La visión positiva es que la anterior legislatura cerró con 39.500 parados menos. Así lo refleja la última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Objetivamente hay una mejoría, sobre todo porque la tasa está ahora en el 22,5% (se llegó al 35,67% de desempleo en 2013). Pero el porcentaje continúa siendo el más alto de España (la media nacional está en el 14,7%).

Hay otro ‘pero’. Más del 95% de los contratos que se firman son temporales, en muchas ocasiones de una semana de duración. Y también abunda la parcialidad: jornadas de tres o cuatro horas.

El propio Fernández Vara le puso nombre: el precariado. Trabajadores pobres que tienen empleo y salario pero necesitan ayuda social para no caer en la exclusión.

Se culpaba a la reforma laboral del Gobierno de Rajoy de esta realidad, no obstante, ahora es Pedro Sánchez quién está en Moncloa, a donde llegó prometiendo que suprimiría la citada reforma, pero esta sigue en vigor.