Un misil, probablemente americano, cayó ayer tarde a las afueras de un pueblo del sureste de Turquía, sin provocar daños ni víctimas. El proyectil, que no se sabe si llegó a explotar, provocó un cráter de un metro de profundidad, según el gobernador de la provincia de Sanliurfa. Turquía abrió el viernes su espacio aéreo a los aviones americanos utilizados en esta contienda.