Las cuentas tienen que cuadrar, pero no a martillazos". Así se expresó ayer el presidente de la Junta, José Antonio Monago, después de que el consejero de Economía, Antonio Fernández, desvelara que las arcas públicas presentan un desequilibrio de 1.240 millones de euros, lo que impedirá, según sus previsiones, que la región cumpla con el objetivo de déficit marcado por el Gobierno central para el cierre del 2011. Para hacer frente a la situación, Monago afirmó que habrá un "recorte sustancial" en el presupuesto de este año aunque sin tocar las prestaciones sociales. "Estamos ante el mayor desafío económico de la historia de Extremadura", señaló en una declaración institucional en la que pide colaboración a los agrupos parlamentarios y asegura que su Gobierno presentará soluciones y será capaz de equilibrar las cuentas y dinamizar la economía.

En el discurso, pronunciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Monago isntó a los grupos políticos y al presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, a "arrimar el hombro" por Extremadura. Les invitó a un "desayuno presidencial" para abordar tanto el asunto del déficit como el recorte de los presupuestos y la creación de empleo. "Estamos ante el mayor desafío económico de la historia de Extremadura. El reto colectivo no tiene precedentes. Esta no puede ser la legislatura de la crispación, sino de la regeneración política", señala en la declaración institucional, consciente de que su gobierno está en minoría y necesitará apoyos para sacar el presupuesto del 2012 adelante.

Aunque Monago está dispuesto a desarrollar "un debate serio de contenidos y propuestas", el expresidente y secretario general del PSOE, Guillermo Fernández Vara, ya ha dicho que no asistirá a ese encuentro porque "no va a reuniones para hacerse fotos". Aunque se muestra dispuesto a hablar con Monago de déficit "cuando él quiera, pero los dos solos", asegura que él ya no es el presidente y que por tanto, el gobierno del segundo semestre del año "es responsabilidad del PP".

Cabe recordar que el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, desveló hace unos días un desajuste de 1.240 millones de euros en las arcas públicas extremeñas, que a su juicio, se deben a los "ingresos y gastos ficticios" con los que se elaboró el presupuesto de este año. Así las cosas, Fernández argumentó que las previsiones vaticinan que la región cerrará el año con un déficit equivalente al 6,81% del PIB regional, cuando según las indicaciones del Gobierno central, no puede ser superior al 1,3%. Esto es, un déficit 5,5 puntos superior a lo permitido por el Ejecutivo y más de tres a la cifra reconocida por los socialistas al cierre del 2010, que era de un desajuste presupuestario equivalente al 2,23% del PIB. "Si cuando faltan cuatro meses para el cierre del año se tiene consolidado ya el déficit, es porque la Junta no piensa hacer nada", señaló Vara, que ha apuntado además que con la situación que dejó su gobierno se podía haber cumplido.

El expresidente dio varias opciones para aumentar ingresos y reducir gastos. Por ejemplo ejecutar la partida de 89 millones de euros de la venta de viviendas sociales o "no ejecutar una parte del presupuesto, ya que nunca se ejecuta al cien por ciento". La decisión de Fernández Vara de no acudir a ese encuentro evidencia, según el secretario general adjunto del PP extremeño, Juan Parejo, su "nulo interés por trabajar por los extremeños".