Pese al descenso en la cifra de sacerdotes registrada en los últimos años tanto en Extremadura como en el conjunto del país, desde la Iglesia extremeña no se considera que la solución a este problema pase por abrir el sacerdocio a las mujeres y eliminar la exigencia de celibato.

"No creo que Jesucristo fuera por ahí", considera el vicario general de la Diócesis de Plasencia, Francisco Cerro. Se basa, por ejemplo, en que otras confesiones que permiten casarse a sus pastores también padecen el mismo déficit de relevo que la Iglesia en España.

Por su parte, Jesús Moreno, delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Coria-Cáceres, estima que el modelo de Iglesia cambiará, pero tendiendo más a una participación de los seglares, que a cambios, como la incorporación femenina al sacerdocio, "que no están sobre la mesa".