"Vivo con mis padres. El tema económico no me permite emanciparme. Tengo un pequeño trabajo, de un día a la semana, y con lo que gano no es suficiente". Así de franco se muestra David Santos, cacereño, 22 años, diplomado de Gestión y Administración Pública por la Universidad de Extremadura y curso Ciencias Políticas por la UNED. Porque él sí lo tiene claro. Si pudiese, si dispusiese de los recursos, iniciaría la aventura de vivir solo: "Estoy convencido de que es algo positivo. Creo que te permite llegar a una madurez distinta o al menos de forma diferente. Los problemas que surgen los tienes que enfocar de otra manera y tienes que resolverlos tú mismo. Porque ya no están tus padres, que son los que ahora se ocupan de muchas cosas y te ayudan a resolverlas. Ganas autonomía, responsabilidad, capacidad para tomar decisiones...".

David conoce de primera mano cómo afrontan los jóvenes este reto. Ha presidido la Asociación Mejostilla Joven de Cáceres y ahora forma parte de Lusitania y T-Entiendo, esta última orientada a dar apoyo a jóvenes gays, lesbianas y transexuales en el seno de la universidad. Trata de hacer más visible la realidad que viven y acabar con los resquicios de conductas homófobas que puedan quedar en este entorno educativo. "Los problemas siguen siendo los mismos de siempre y son los mismos para todos. El precio del alquiler, el acceso a la vivienda. Sigue siendo muy caro en comparación con lo que ocurre en otros países europeos; y luego está el problema del acceso al empleo, que está muy complicado y en este momento todavía más".

Bajo su punto de vista, las administraciones públicas están dando pasos para mejorar las condiciones de acceso de los jóvenes a la vivienda. Pero cree que muchas veces se orienta todo al ámbito de las ayudas económicas, cuando también es necesario un cambio en el concepto del alquiler. "Persiste el problema de que la mayoría de los propietarios todavía no tienen claras muchas cosas: la responsabilidad de las partes o cuando puede echar al inquilino". En su opinión, eso provoca ciertos temores entre los arrendadores: "Especialmente con los jóvenes, porque es un error muy extendido pensar que tratamos peor las viviendas o que no podemos garantizar pagar todo el alquiler. Eso no es cierto y ahí hay que incidir".