La investigación de los atentados del 11-M en Madrid ha permitido descubrir que los controles en el uso de explosivos --al menos en la cuenca minera asturiana-- no eran todo lo estrictos que deberían. Según las investigaciones, existió una trama que comerciaba ilegalmente con dinamita y que fue la que abasteció a los autores de la masacre. Ahora, el Gobierno aumenta "la respuesta sancionadora frente a conductas ilícitas de los responsables de la vigilancia, control y utilización de explosivos".

A. Medio insuficientes ante el tráfico ilegal

"la insuficiencia de los instrumentos legales disponibles para evitar el tráfico indebido""y el incumplimiento de los deberes de seguridad colectiva en la tenencia de estas peligrosas sustancias""incrimina expresamente la conducta de los sujetos obligados legal o contractualmente a la vigilancia, la custodia y el uso de sustancias explosivas que puedan causar estragos que contravengan la normativa vigente de explosivos"

B. Obstaculizar el control será castigado

"constatadamente un control eficaz de los explosivos, como son las obstaculizaciones a la actividad inspectora a la actividad inspectora de la Administración, la falsedad u ocultación de información relevante en el ámbito de las medidas de seguridad y la desobediencia expresa de las órdenes de la Administración que obliguen a subsanar importantes defectos denunciados en materia de seguridad"

C. Mayor seguridad en el transporte

D. Medidas contra las bandas armadas

"tanto originarias de nuestro país como aquellas otras organizaciones criminales de ámbito internacional"