Pese a que la celebración del Día del Trabajo tuvo ayer un marcado carácter prelectoral, con llamamientos insistentes a que se plasme en las urnas la movilización ciudadana que suscitó primero el decretazo y luego la guerra en Irak, los sindicatos no olvidaron la situación de empresas cuyos trabajadores están pasando por momentos de incertidumbre.

Precisamente para eso, para que no les olvidaran, estos trabajadores acudieron a la manifestación de Mérida con pancartas que aludían a la situación de Himexsa-Tecnoagua, Comercial Ramírez, Cetarsa o la Central Nuclear de Almaraz.

En el calor del mediodía, Valentín García aludió, en primer lugar a Himexsa, donde 230 familias ven peligrar su futuro y reclamó, no la recolocación en otras empresas como se ha planteado, sino "que se mantengan los empleos y se preste la ayuda necesaria para reflotarla". De Cetarsa, el dirigente de CCOO explicó que "es, junto con el Palacio de la Moncloa, de lo poco que le queda por privatizar a este Gobierno".

También hubo alusiones para los ocho trabajadores despedidos de la firma emeritense Comercial Ramírez, y para los insistentes rumores sobre regulaciones de empleo en Almaraz.

AYUNTAMIENTO DE MERIDA

Con todo, la mejor parte se la llevó el Ayuntamiento de Mérida, también presente en una de las pancartas donde se aludía al enfrentamiento del delegado de Policía Local, Gonzalo García de Blanes, con los sindicatos municipales. García aludió a este conflicto, y también al que mantienen las empleadas del Servicio de Limpieza, anunciando que su sindicato seguirá en la lucha "hasta que este alcalde ceda a la presión o venga otro u otra que retome el diálogo".

En la misma línea, Bernal, que no olvida el incidente ocurrido el 20-J, cuando un piquete encabezado por los líderes sindicalistas regionales intentó impedir la salida de los autobuses urbanos, afirmó que Blanes es "un fascista donde los haya, que se dedicó a pegar el día de la huelga general y sigue pegando a quienes en el ayuntamiento tratan de defender los derechos de los trabajadores".

Así, señaló que UGT pide que se note a la hora de votar "que no les queremos y hagamos el esfuerzo por cambiar este gobierno y se marchen a no seguir pegando".

También hubo momento para otra alusión, esta de García, quien mostró su solidaridad "con esos extremeños nacidos en Rumanía o Polonia, que vinieron porque oyeron que hacían falta pastores". A su juicio, este canto de sirena no pretendía realmente resolver problemas en el manejo del ganado, sino atraer "trabajadores de 24 horas diarias sin Seguridad Social".