Su estancia en Alemania, a los 21 años, le supo a poco y decidió quedarse otro año trabajando en la ciudad del norte de Baviera donde estudió. Nunca se desvinculó del todo ya que cuando regresó a Cáceres comenzó a trabajar en Relaciones Internacionales de la Uex.

"Erasmus me cambió la vida. Como filólogo mi destino era la enseñanza pero descubrí este mundo y me apasionó". "Es una apertura en todos los sentidos de la palabra. Conservo a grandes amigos en Alemania a los que visito a menudo y ellos me visitan a mí", comenta.