Pedro Escobar, el líder de Izquierda Unida en Extremadura, afirma en esta entrevista que su organización no tiene aún decidido a qué partido apoyar para que forme gobierno en la región, pero admite lo que su dirección nacional llama ´el concepto de soberanía compartida´ --es decir, de decisión consensuada-- entre los órganos federales y los regionales de la coalición, de lo cual podría deducirse, aunque él no lo menciona, que está más cerca de apoyar a Vara que a Monago, a la vista de la posición conocida de la dirección federal. "Vamos a escuchar su opinión, y la decisión la tomaremos después de escucharla", dice. Al mismo tiempo, señala que su formación va a iniciar una segunda ronda de asambleas entre los militantes una vez que se haya constituido el Parlamento, cuya Presidencia no va a reclamar, y hable de acuerdos concretos con PP y PSOE. "Las asambleas celebradas hasta ahora han servido para pulsar el estado de ánimo; en las próximas se discutirá de medidas concretas".

--Permítame una pregunta personal. Le veo desmejorado respecto a la última vez que lo vi, en la campaña. ¿Se debe a los estragos de la política?

--Pues sí. Duermo bastante menos y he perdido casi tres kilos desde la noche electoral.

--Entonces, los resultados electorales han sido para usted, literalmente, un regalo envenenado.

--Sin duda. El domingo pasado, durante la Asamblea Federal en Madrid, les dije a mis compañeros: "Habéis celebrado los resultados de Extremadura mucho más que yo". Desde la misma noche electoral supe que este buen resultado es un quebradero de cabeza muy difícil de gestionar.

--Y para la organización en su conjunto, no solo para usted, ¿también han sido un regalo envenenado?

--Puede ser, aunque espero que lo gestionemos bien y que dentro de cuatro años estemos más fuertes. Pero eso podrá ser dentro de cuatro años. Ahora estamos sufriendo las consecuencias de que no hay unanimidad. Las posiciones, sobre todo inmediatamente después de las elecciones, estaban muy encontradas y eran tajantes. Luego, con el paso de los días, cuando se van limando asperezas y la gente empieza a discutir y a asumir parte del argumento del otro, entonces se abre un proceso de debate tranquilo, que es el que yo creo que estamos manteniendo. Ahí, por fin, se va abriendo paso la idea de que tomemos la decisión que tomemos, vamos a seguir siendo Izquierda Unida.

--¿Si la lista más votada hubiese sido la del PSOE, Izquierda Unida estaría viviendo una situación similar?

--No estaríamos viviendo esta tensión, porque esa situación ya se ha dado otras veces. IU dio un voto de confianza al PSOE en el 95. Además, con esa situación no pesaría sobre nosotros esa especie de baldón de que, si finalmente apoyamos la investidura de Monago, nos dirían que hemos permitido gobernar a la derecha.

--¿Y ese baldón cuánto pesa?

--Ese baldón pesa mucho, mucho, mucho. Sería un baldón histórico que caería sobre mí y sobre esta organización. Ese es el gran dilema en el que estamos. Y no es fácil. Extremadura es una región de trabajadores, de campesinos, de agricultores, donde no hay grandes intereses empresariales y donde en otra época histórica hubo una represión muy fuerte- En esas circunstancias, entiendo que se me pregunte:"¿Es que vas a dar alas a la derecha?" Pero también entiendo que hay que dar un salto histórico, que la derecha de ahora no es como la de antes y tampoco hay que demonizarla. No es correcto ni política ni sociológicamente. Dicho esto también soy consciente de que si gobierna Monago quedaría como un dato histórico, y se diría: "Izquierda Unida no frena a la derecha".

--A la vista de lo que está ocurriendo, ¿ha sido un acierto convocar las asambleas para consultar a los militantes?

--Sí. Lo ha sido desde el punto de vista interno. Quería evitar que la dirección apareciera como un sanedrín. Hay que ser respetuosos con las bases, que no están solo para pagar su cuota y pegar carteles. Si nos acogemos estrictamente a los estatutos, podríamos haber dicho: "Nos reunimos los órganos y a decidir". Pero no soy de los que usan los estatutos como una palmeta. Y creo, además, que ha sido una decisión que ha suscitado un movimiento de simpatía apreciable. Además, se trata solo de palpar el estado de ánimo de la organización, porque no van a ser vinculantes.

--Pero, tal como están planteadas, sin nada programático o de pactos concretos sobre los que discutir, parece que la cuestión se reduce a si IU ajusta las cuentas al PSOE o no.

--No, no. Las consultas son únicamente para palpar un estado de ánimo, una predisposición. En fechas próximas empezaremos a hablar de política, de programas, de propuestas-

--¿También lo harán de forma asamblearia? ¿Va a haber más consultas? Sería una novedad.

--Sí, empezaremos una segunda fase en la que tendremos que discutir sobre aspectos concretos. De esta fase estamos sacando la conclusión de que buenos recuerdos del PSOE tenemos pocos. Ibarra dibujó una atmósfera política hostil durante años, con sus habituales prácticas y talante, pero no vamos a quedarnos ahí.

--¿Cuándo empezará esa nueva ronda de asambleas?

--Después de que elijamos al presidente y a la Mesa de la Asamblea, el 21 de junio. A partir de entonces habrá otro mes para elegir presidente de la Junta. En esas semanas no vamos a estar callados.

--¿Será entonces cuando comiencen los contactos oficiales con PP y PSOE? Porque por lo que sé hasta ahora usted no se ha reunido con ellos.

--No, no he tenido contactos directos ni con Vara ni con Monago y a partir de la elección de la Mesa de la Asamblea será momento para hacerlo.

--¿Y qué quieren para la Asamblea. Van a pedir presidirla, como en el 95?

--No vamos a pedir presidir la Asamblea. Sí queremos tener un representante en la Mesa, porque creo que es razonable pedirlo, y espero que en esta misma semana pueda tener conversaciones con Vara y Monago para hablar sobre la Asamblea, no sobre la Junta. También adelanto que no será moneda de cambio para lo que va a tener que venir después. Sí creo, no obstante, que el presidente de la Asamblea debería elegirlo el partido de la oposición. Se hace en Inglaterra y a mí me gusta. Se evitan tentaciones de marcar las reglas del juego al control del Ejecutivo.

--¿!Pero cuál es el partido de la oposición ahora en Extremadura¡? Dígamelo. Usted es de los pocos que puede saberlo.

--(Risas)-Lo que quiero decir es que sería bueno que el partido del presidente del Legislativo no coincidiera con el del Ejecutivo. Incluso podría haber un pacto entre ellos.

--¿Y los pactos municipales van a ser objeto de negociación global, como quiere el PSOE?

--No. Damos libertad a nuestras asambleas locales. Aunque la tendencia histórica y la mayoría de las veces se ha producido un pacto IU-PSOE, no vamos a hacer nada que no sea respetar lo que los compañeros decidan en cada localidad.

--Esa autonomía que usted dice que tienen asegurada las asambleas locales no se corresponde con la que les está dando la dirección federal. Cayo Lara ya ha dicho que tiene que dar el apoyo a Vara. ¿Qué va a pasar con este choque de trenes?

--Ese choque de trenes se escenificó el pasado domingo, en la Asamblea Federal. Cayo Lara y el resto de la dirección insistieron en que había muchas razones, políticas e históricas, para no dar paso a la derecha. Esas razones nosotros las conocemos, porque no somos nuevos en esto, pero se introdujo un elemento que se debería haber introducido desde el principio, que es el de la soberanía compartida. Izquierda Unida se define como una organización federal en la que hay espacios comunes y hay espacios propios. Las decisiones tienen que ser compartidas.

--¿Llevado a Extremadura, qué significa la soberanía compartida?

--Que vamos a tener que decidir a quién apoyamos para el Gobierno escuchando a la dirección federal de IU.

--Me temo que ese concepto de la soberanía compartida va a caer mal en las asambleas.

--Claro, claro. Yo creo que si se hubiera dicho desde el principio, y no a partir del pasado domingo, todo hubiera transcurrido más tranquilo y se hubiera evitado la imagen de quedar ahora un poco desairados. Por eso esa primera fase de asambleas, en las que hemos testado el estado de ánimo, va a continuar sin ninguna interferencia más de la organización. Y una vez abordado el tema de la Asamblea, cuando ya se hayan constituido todos los ayuntamientos, empezaremos a abordar el tema de la Junta.