Campesinos turcos apedrearon y lanzaron huevos ayer a los militares estadounidenses que se desplazaron a Dagyani, en el sureste de Turquía, para recuperar las piezas de un misil Tomahawk que la víspera había caído por error en la zona. Es el tercer misil que se desvía de su objetivo y cae en la región. Los manifestantes rompieron las lunas de los coches de los soldados americanos.