El plan de energías renovables diseñado por el Gobierno contempla inversiones de poco más de 2.000 millones de euros para toda España en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica hasta el 2010. De esta cantidad, hasta el momento se habría gastado alrededor del 5,3%.

El plan contempla tanto las instalaciones aisladas, es decir, destinadas al autoabastecimiento, donde el gasto total estaría en los 165 millones de euros, como aquellas diseñadas para vender la energía generada, donde la meta es de 1.874 millones de inversión.

Con ello y según recoge el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), se espera alcanzar una potencia instalada de 400 megavatios, que servirían para generar 609 gigavatios hora cada año.

Este tipo de instalaciones cuentan con diversas ayudas públicas, como subvenciones a la inversión, primas por la producción e incentivos fiscales que sumarían durante los años de vigencia del plan actual en torno a 542 millones de euros, más de una cuarta parte de la inversión total.

La ayuda pública en este apartado de fotovoltaica es ligeramente inferior a la media, debido a la distorsión que supone el fuerte apoyo que se pretende dar a la biomasa, dado su escaso desarrollo y donde las subvenciones y ayudas fiscales suponen más de la mitad de la inversión prevista.

Otro tanto ocurre con los biocarburantes, también muy apoyados con fondos públicos, ya que se pretende que sobre un gasto total de 2.800 millones las ayudas superen los 1.100 millones.

En cuanto a la eólica, estrella del plan por el volumen de inversión previsto (11.700 millones de euros), los diversos tipos de ayudas públicas estarían en torno a los 2.600 millones de euros.

En total, las renovables moverían 23.600 millones de euros, y las subvenciones previstas serían de 8.500 millones.