La inestabilidad, la falta de oportunidades, de desarrollo profesional, peores condiciones laborales, motivos personales... Estas son algunas de las razones que llevan cada año a médicos extremeños a hacer las maletas y abandonar la comunidad. Algunos se quedan más o menos cerca de Extremadura, pero muchos otros deciden poner más distancia de por medio. Y esto, en la situación de déficit de especialistas que vive no solo el sistema extremeño de salud sino también el nacional, agrava los problemas para cubrir las plazas vacantes y encontrar sustitutos, especialmente en los hospitales comarcales y centros de salud rurales.

Solo durante 2018 se marcharon a otras comunidades españolas 142 médicos de la región, según los datos facilitados por los colegios oficiales de médicos de las dos provincias extremeñas. De estos, 55 fueron en Cáceres y ocho de ellos eran médicos que ese mismo año terminaron su periodo de residencia en la provincia cacereña y se marcharon principalmente a Madrid y Andalucía para ejercer su profesión, dos de los destinos más demandados por los médicos extremeños. Por su parte, en la provincia de Badajoz, durante el año 2018 solicitaron la baja del colegio para trasladarse a otras provincias españolas un total de 87 facultativos extremeños.

La emigración cualificada

No obstante, aunque son menos, hay a quienes les preocupan más aquellos que se marchan a otros países. «Es mucho más difícil que estos profesionales acaben volviendo a Extremadura», señala Felipe Bachiller, secretario del sector de Sanidad de UGT. «La emigración cuando era de baja cualificación tenía un retorno era fácil, pero cuando ahora se marchan trabajadores cualificados, el trato que reciben en otros países no es el que se les va a dar aquí en el retorno, por eso esos profesionales que se marchan no suelen volver».

En los últimos cuatro años han sido 145 los médicos de la región que se han marchado al extranjero. Para poder ejercer fuera tienen que solicitar en sus respectivos colegios un certificado de idoneidad. En el Colegio de Médicos de Cáceres pidieron este informe cuatro profesionales en 2016, otros cuatro en 2017, dos en 2018 y cuatro durante 2019. «Los destinos preferidos de nuestros médicos para trabajar en el extranjero son Portugal y Reino Unido», explican desde el colegio cacereño. Y todos, además, se encuentran en una franja de edad comprendida entre los 25 y 45 años. «Los médicos especialistas en Medicina de Familia son líderes en solitario, seguidos por anestesistas, otorrinolaringólogos y pediatras», añade.

En el caso de Badajoz, en el 2016 se expidieron 27 certificados de idoneidad, en 2017 fueron 40, en 2018 bajó a 19 y este año han vuelto a subir las solicitudes a 45 hasta mediados de este mes de diciembre. Son en total 131 médicos de Badajoz los que, en los últimos cuatro años, están ejerciendo en el extranjero y la mayoría, en Portugal (donde algunos también pasan consultas privadas mientras mantienen sus plazas en el SES). De los 131 certificados expedidos por el colegio 85 fueron en portugués, 24 en inglés y otros 22 en francés.

En el conjunto de España, la situación no es diferente. Las solicitudes de certificados de idoneidad en los colegios oficiales han aumentado un 20%. En los últimos cinco años, se han expedido más de 17.000 certificados de idoneidad por parte de médicos de nacionalidad española, unos datos que según la Organización Médico Colegial (OMC) evidencian «la fuga de talento fuera de nuestras fronteras de médicos españoles y, en especial, de los más jóvenes que buscan en otros países nuevas oportunidades profesionales».

En el caso de los más jóvenes, hay otra razón de peso detrás y es que no todos los graduados tienen la posibilidad de formarse como especialistas. No hay plaza de Médico Interno Residente (MIR) para todos los titulados, a pesar de que en la próxima convocatoria, que se celebrará el 25 de enero, el número se haya incrementado hasta las 7.512 plazas de residente, 715 más que en 2019.

Y otro argmento más: de media en España un médico cobra 53.000 euros, frente a los 95.000 que de Francia, los 125.000 de Alemania o los 129.500 euros anuales de Reino Unido. En EEUU la cifra se dispara hasta los 250.000 euros de media.