Cuándo comenzará Extremadura a recibir del Gobierno central los 200 millones de euros anuales, equivalentes al 1% del PIB regional, que contempla el nuevo Estatuto de Autonomía? Es el nuevo frente que el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, abre al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, una vez que la Comisión de las Comunidades Autónomas del Senado dio ayer por unanimidad el visto bueno al dictamen elaborado sobre el texto autonómico.

El estatuto reformado está cada vez más cerca de ser una realidad --solo falta que supere una última votación en el pleno del Senado la próxima semana-- y ahora se abren los interrogantes sobre cuándo Extremadura empezará a recibir del Gobierno central los 200 millones extra con el objeto de acelerar el proceso de convergencia económica con la media nacional.

Según Vara, lo lógico sería que esos fondos extra que la comunidad percibirá, durante siete años, comiencen a llegar "a partir del 2012, después de habilitar una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado".

Pero Monago no quiere esperar tanto. "Dado que la reforma del Estatuto se aprobará --según lo previsto-- con el máximo consenso", el líder de los populares cree que lo más acertado sería "que la Asamblea de Extremadura impulsara el interés del Gobierno central en la cuestión usando los mecanismos parlamentarios". Su idea es que esos fondos comiencen a llegar en este mismo año abriendo un hueco para Extremadura en la partida de inversiones adicionales que el Gobierno central ya tiene prevista para otros estatutos.

La disposición adicional segunda del Estatuto extremeño ha sido ya objeto de controversia en numerosas ocasiones y Monago no solo se enfrentó con Vara por esta cuestión. También lo hizo con el portavoz del Bloque Nacionalista Gallego, José M. Pérez Bouza, que aunque reconoció que esas inversiones extra eran "una de las virtudes del texto", durante el transcurso del debate parlamentario insinuó que si la beneficiaria no fuera Extremadura "sino otra región (en clara referencia a Cataluña), España se habría roto". Cuestión que el presidente del PP --que durante la sesión de ayer fue también el portavoz del partido en el Senado-- revocó en cuanto tuvo oportunidad. "No es lo mismo Cataluña que Extremadura porque nosotros necesitamos esa inversión para converger con la media y Cataluña ya está por encima de la media", aclaró.

A pesar de los escollos anteriores, en el debate de ayer, el penúltimo antes de la aprobación definitiva del texto, el protagonista fue el consenso, que al igual que en el Congreso, se mantuvo entre PP y PSOE. El primero en intervenir fue el presidente de la Junta. En una breve y nerviosa intervención, una vez más defendió el texto alegando que "ni obra del PP ni del PSOE, sino de todos los extremeños, es profundamente cooperativo y municipalista, para avanzar en la senda del autogobierno al tiempo que se compromete con el futuro de España". Aclaró también que es un estatuto "corto en artículos (tiene 91) y sin carta de derechos fundamentales", puesto que estos ya se reconocen en la Constitución. En definitiva, "un texto para crear más Extremadura". Argumentos todos que compartió el portavoz del grupo socialista, Francisco Fuentes, que resumió además los tres aspectos fundamentales del texto: "suficiencia, participación y convergencia con otros territorios".

Por su parte, Monago, destacó que se trata de un texto "que no solo sirve al PSOE, sino a cualquier gobierno puesto que su espíritu es el consenso", un mérito que a su juicio hay que atribuir a la Asamblea de Extremadura. "Ni al PP ni al PSOE, sino a los extremeños", manifestó. También aclaró que se trata de una reforma "alejada de la polémica, puesto que ni en forma ni en contenido hay conflictos con otras regiones con mejoras para la región y alejada de los clásicos estereotipos".

A lo largo del debate, que apenas duró dos horas, otros grupos políticos del Senado hicieron su valoración sobre el texto, siempre resaltando el valor del consenso alcanzado por Gobierno y oposición al respecto. CiU alabó que el nuevo Estatuto fomente el autogobierno, "un beneficio para todos los ciudadanos". Entesa Catalana de Progrés aseguró que textos como el extremeño "son la prueba del éxito de la España de las autonomías", pero manifestó una reserva sobre el peso de los elementos históricos en la región. "En el Congreso se dijo que no tenían peso y yo no termino de creérmelo", dijo su portavoz, Carles Bonet, que explicó que los elementos históricos son precisamente lo que permite, en parte, que una región pueda constituirse como tal.

LEGISLATURA Finalmente se cumplieron las expectativas y el texto que salió ayer de la comisión del Senado es el mismo que el que aprobó el Pleno del Congreso, que ahora solo tendrá que enfrentarse a una última votación en la Cámara Alta, la próxima semana, para entrar definitivamente en vigor. Se cumplirá así uno de los compromisos adquiridos por la Asamblea de Extremadura, su aprobación y entrada en vigor antes del final de la legislatura.

Tras el visto bueno del Parlamento extremeño, el Estatuto extremeño llegó a las Cortes Generales en septiembre de 2009 y su tramitación en el Congreso se dilató más de lo esperado por la polémica surgida en torno la disposición adicional segunda del texto, relativa a las inversiones estatales. Este apartado fue consensuado por PP y PSOE un año después quedando estipulado que durante siete años consecutivos el Estado realizará una inversión complementaria del 1% del PIB regional. Ya en el Congreso, el pacto entre los dos grandes partidos también hizo que quedaran rechazadas las 17 enmiendas presentadas por IU.