Seis establecimientos abiertos, dos cerrados por reforma, otros dos cerca de inaugurarse y cinco más en fase de proyecto. Esta es la actual estructura de la red de hospederías de Extremadura, una cadena de alojamientos turísticos de alta calidad --todos de cuatro estrellas--, promovidos y costeados por la Junta y cuyo objetivo era --y es-- dotar de este tipo de hoteles a municipios y comarcas donde la iniciativa privada no llega. Es decir, se pretendía completar y complementar la oferta hostelera de determinados núcleos rurales. Sin embargo, según denuncia el sector, la política de bajos precios de las hospederías públicas han terminado por convertirlas en competidoras directas de los negocios privados de su propio entorno.

Hace unas semanas, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, reconoció que en algunos ámbitos la intervención pública había ido demasiado lejos y había quitado espacio a la iniciativa privada. En concreto citó el caso de la red de hospederías. Actualmente están abiertos seis establecimientos de este tipo: en Monfragüe, Hervás, Garrovillas de Alconétar, Las Mestas (en Las Hurdes), en Llerena y en Alcántara. En total suman cerca de 350 plazas hoteleras en enclaves donde solo existen alojamientos rurales y hosteleros de menos de tres estrellas. Además, están cerradas por "reforma" las de Orellana y Jerte, que la Junta no contempla reabrir al menos hasta dentro de un año. Y a lo largo de este 2011 está previsto que se inauguren las hospederías de Alburquerque y San Martín de Trevejo, que han requerido inversiones de más de 6 y 3,6 millones de euros, respectivamente.

Asimismo, hay proyectadas otras siete iniciativas hoteleras públicas. Son las de Olivenza, Villafranca de los Barros, Herrera del Duque, Fregenal de la Sierra y Castuera. Cada una de ellas requerirá de inversiones próximas a los siete millones de euros, de acuerdo con los presupuestos de la Consejería de Cultura y Turismo.

Ya el pasado mes de agosto, el presidente de la Confederación Extremeña de Empresarios del Turismo y la Hostelería, José Luis Ascarza, se mostraba crítico con lo que consideraba una intervención pública excesiva en el sector: "15 hospederías son muchas. Es, con diferencia, la primera cadena hotelera de la región. Es una competencia desleal". Hoy, la gerente de esta organización, María Eugenia Corrales, corrobora esa posición: "nos parece una buena iniciativa mientras sirva de complemento y siempre que se cumplan los criterios que justificaron estas iniciativas: crear una oferta de calidad allí donde la actividad privada no llegue y rehabilitar edificios históricos para abrir estos establecimientos. El problema es que estos criterios se están dejando de aplicar". María Eugenia Corrales se refiere a casos como el de Villafranca de los Barros o Castuera, donde los edificios serán de nueva construcción, o el de Olivenza, donde ya existe un hotel de cuatro estrellas, el Hotel Palacio Arteaga.

PRECIOS SIN 4 ESTRELLAS La directora general de Turismo, de la Consejería de Cultura, Ana Parralejo, defiende el papel de los establecimientos públicos dentro del sector: "en ningún caso somos competencia de nadie. Las hospederías no están causando competencia. En turismo, vamos de la mano de la iniciativa privada y no vamos a hacer nada que la perjudique". Sin embargo, frente a estas palabras, los empresarios de zonas donde ya existen hospederías tienen una visión muy distinta. "Sobre todo ahora con la crisis, están intentando sobrevivir a base de bajar mucho los precios. Son negocios de cuatro estrellas con ofertas que incluyen alojamiento, desayuno y comida a precios similares a los más bajos que podemos ofrecer solo por la habitación establecimientos rurales de menor categoría. Ellos tienen margen de maniobra porque tienen detrás el dinero público y el márketing de la Junta; recursos de los que nosotros no disponemos", se queja Avelino Ramos, presidente de la Asociación de Empresarios del Turismo de Monfragüe.

Así, por ejemplo, entre las ofertas actuales de la red de hospederías de Extremadura está la posibilidad de alojarse en régimen de media pensión --que incluye habitación, desayuno, merienda y cena-- por solo 45 euros la noche. E incluso por 31 euros para jóvenes y personas de más de 65 años --solo alojamiento y desayuno--. Por su parte, negocios como como el Hotel Cañada Real (de tres estrellas) o la Posada Monaria (de corte rural), ambos en Malpartida de Plasencia, a la entrada del Parque de Monfragüe, no pueden bajar de 40 y 60 euros respectivamente por habitaciones estándar y solo en régimen de alojamiento.

"Infieren en nuestro mercado, cuando las hospederías, por su categoría, deberían estar enfocadas a clientes de mayor poder adquisitivo", insiste Avelino Ramos, que explica que en determinadas épocas del año, fuera de los periodos vacacionales, cuando hay menos actividad turística en la zona, "ellos trabajan y los demás estamos prácticamente parados".

EXPECTATIVAS ENFRENTADAS "Al funcionar con dinero público lo tienen más fácil", opina Francisco Javier Moreno, jefe de recepción del Hotel Isur, en Llerena. Ellos abrieron su establecimiento en el 2006, solo unos meses antes de que se inaugurara la hospedería de esta localidad. "Tenemos buena relación y cuando uno tiene overbooking manda clientes al otro. Durante gran parte del año la cartera de clientes es diferente: nosotros nos centramos en usuarios que necesitan alojarse de lunes a viernes y ellos más en turistas. Pero en temporada alta, en verano, sí son competidores directos", agrega el responsable de este establecimiento privado, con categoría tres estrellas.

Pese a que Vara ha reconocido que la Junta puede haber ido demasiado lejos con las hospederías, en unos meses la Administración espera poder inaugurar las de Alburquerque y San Martín de Trevejo, y sigue trabajando en las otras cinco proyectadas. "Con éstas la red se dará por cerrada", asegura la director general de Turismo. Pero, ¿qué piensan de estas iniciativas públicas los empresarios hosteleros de los municipios donde se abrirán los siete nuevos establecimientos? Hay división de opiniones.

A apenas 11 kilómetros de San Martín de Trevejo, en Valverde del Fresno, está A Velha Fabrica, un hotel rural de referencia en la comarca de Sierra de Gata. "Cuantas más plazas hoteleras más clientes pueden venir. Una hostelería, con los valores que incorpora, puede dar a conocer la zona y realzar el turismo", considera su propietaria, Carmen Bullejo. Dice que en ocasiones se encuentra con su negocio lleno y no sabe a dónde enviar a esos clientes. Aunque también admite que en invierno, en días laborables, la demanda es baja.

"Cuanto más competencia, mejor. Puede atraer clientes y puede aportar servicios y prestaciones diferentes a las que tenemos aquí", coincide Adolfo Caballero, director del Hotel Barón del Pozo, en Castuera.

Más críticos son en Olivenza. "La apertura de nuevas hospederías debía de ser en localidades donde no llega la iniciativa privada", considera José María Lucas, director de Restauración del Hotel Palacio Arteaga (cuatro estrellas). "Además, creemos que de momento no existe mercado para otro establecimiento de alta calidad en el municipio. Se trata de una localidad de 11.000 habitantes que no está posicionada en el plano turístico", advierte. Allí, la Junta va a invertir siete millones de euros en la futura hospedería oliventina.