La región extremeña no ha destacado por ser de las más inflacionistas, si bien en los últimos meses se ha visto una escalada de precios que la situarán en la media nacional (1,7%), según la previsión de la Fundación de Cajas de Ahorro. Tras el periodo deflacionista del 2009 (-0,5%) y la importante inflación con que cerró el 2008 (4,1%), Extremadura vuelve a tasas positivas, debido, principalmente, al gasto relativo a la vivienda (electricidad y gas son los componentes que más suben sus precios), y el de los vinculados al transporte, sobre todo por el aumento del coste de los combustibles.