Tras el fracaso del diálogo que patronal y sindicatos han mantenido en los últimos meses sobre la reforma de la negociación colectiva, está previsto que sea mañana viernes cuando el Consejo de Ministros apruebe la norma --que tendrá rango de ley-- que la regulará a partir de ahora.

Se trata de una reforma que, según aseguró esta misma semana el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, será "prudente y tranquila" y que partirá de los acuerdos "no escritos" alcanzados por patronal y sindicatos poco antes del "relativo fracaso" de las negociaciones que han venido manteniendo en las últimas semanas.

Entre otros aspectos, el Gobierno no eliminará la ultraactividad de los convenios cuando éstos caduquen (podrán seguir vigentes), e impulsará los mecanismos de mediación y arbitraje para solucionar los conflictos.

El ejecutivo pretende también facilitar la flexibilidad interna en las empresas, tanto en materia de jornada laboral como en las condiciones salariales, pero articulada de forma "dialogada". En el caso de que el entendimiento no fuera posible, Gómez dijo el pasado lunes que será preciso acudir a la mediación y al arbitraje, pero recalcó que esto ha de hacerse de forma "voluntaria" entre las partes.

El borrador de acuerdo alcanzado entre patronal y sindicatos sobre los cambios en las mutuas quedará excluido de la reforma de los convenios. Este tema no se abordará hasta el próximo mes de septiembre.