Médico y dirigente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Extremadura, Remigio Cordero asegura que el modelo sanitario extremeño desde la asunción de competencias en el 2002 "es bueno y nosotros lo apoyamos", y está logrando progresivamente que la atención al ciudadano "sea la adecuada".

A su juicio, antes de las transferencias, el número de profesionales y recursos "era claramente insuficiente", algo que se está subsanando, aunque todavía falta personal en Atención Primaria, más acuciado en las zonas urbanas que en los núcleos rurales, "donde no hay ese problema ni tampoco el de las listas de espera". Además, comenta, Extremadura es la comunidad autónoma "que más ha apostado por la provisión pública del servicio, siendo un referente nacional". Así, mientras Cataluña opta por la provisión privada, derivando mucha atención a través de conciertos, la región aboga por la sanidad pública, reitera.

Sin embargo, aún debe mejorarse algunas cuestiones, tales como la reducción de las listas de espera, una cuestión que se paliaría con "una dotación más adecuada de personal".

Además, no hay solución a corto plazo en lo que respecta a la formación de especialistas, en áreas deficitarias como para anestesia. "Son errores de planificación que vienen de atrás por una mala previsión", aclara, y que van a repercutir en los nuevos hospitales que se están acometiendo en la región, "que no estarán dotados convenientemente, más por la falta de previsión en la formación que por quienes deciden acometer estas infraestructuras".

Para el responsable de esta asociación que aboga por la sanidad pública en la comunidad autónoma, estas carencias son subsanables a medio plazo y no impiden una, a su juicio, evidencia: "El sistema sanitario extremeño está mejorando y va a seguir por esta línea durante los próximos años".