Carcesa sirvió de cebo a Nueva Rumasa para lanzar en febrero del año 2009 una emisión de pagarés para captar inversores que luego siguió en más empresas del grupo. Lo hizo en la misma fecha que reconocía en cartas al Banco Santander (el apoyo financiero entonces del hólding de la familia Ruiz-Mateos) que "los tiempos no están para invertir, sino para recoger... a veces es bueno aparentar de cara a sostener un clima de confianza y seguridad ante nuestros proveedores y clientes". Fue, la de Carcesa, la primera emisión de pagarés del hólding empresarial y por la que obtuvo 70 millones de euros de inversores que veían en las reconocidas marcas Apis y Fruco una oportunidad de negocio. Ese mismo año prestó otros 124 millones a varias empresas de su propiedad, según consta en las cuentas de la sociedad de 2009, una carga que ha provocado la actual situación de crisis en Carcesa y que están sufriendo sus 300 trabajadores en Extremadura. Ese engaño a quienes han puesto su dinero para participar en algunas de las empresas del grupo es el que investiga la Fiscalía General General del Estado, que ha otorgado a la Fiscalía Anticorrupción una prórroga adicional de seis meses para seguir investigando la emisión de pagarés de Nueva Rumasa. Anticorrupción investiga desde hace un año el destino del dinero aportado por los inversores a este grupo para determinar si existieron presuntos delitos de insolvencia punible o alzamiento de bienes. Nueva Rumasa ha asegurado tener 5.000 inversores, pero por el momento se han localizado en torno a 900.

Carcesa fue la primera en ser utilizada para captar inversores a través de la emisión de pagarés, y le siguieron Hibramer (empresa que sustenta al Rayo Vallecano), Maspalomas y José María-Ruiz Mateos, aunque esta última se canceló anticipadamente al entrar en vigor una modificación de la Ley del Mercado de Valores que exigía un intermediario financiero autorizado. Además, en la campaña de captación de inversores de hace dos años, Nueva Rumasa indicó que el importe captado entre los inversores se destinaría a adquirir nuevas compañías, pero durante todo el año 2009 únicamente se compró una empresa, Quesería Menorquina, que figura con un valor contable de 1,7 millones de euros, según figura en la memoria económica de Nueva Rumasa de ese año.

PURO ´MARKETING´ A este respecto, en esa correspondencia que Ruiz-Mateos envió al director general de Riesgos del Banco Santander, Javier Peralta, el 9 de febrero del 2009, le asegura que "mucha de la publicidad y comentarios que de vez en cuando salen en los medios de comunicación, sobre inversiones y puestos de trabajo, forman parte del marketing de cara a la opinión pública, pues a la hora de la verdad, si lo analizas bien, cuando llevamos a efecto alguna operación mercantil, es porque recibimos más de lo que invertimos...".

A los inversores de Carcesa, sin embargo, no les contaba lo mismo: "Los fondos obtenidos por la emisión de pagarés se emplearán en la adquisición de empresas, teniendo en este momento en estudio la compra de varias sociedades que representan auténticas oportunidades de negocio", decía el anuncio de la emisión de pagarés.