El Gobierno ha decidido endurecer las medidas para acabar con el consumo de alcohol a menores. "Ha llegado la hora para España de atajar el consumo de alcohol entre los que ni siquiera tienen la limitación de tener que conducir un vehículo a motor". Así de contundente se mostró ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado, durante el anuncio público de las líneas maestras sobre las que girará una futura ley. Un anteproyecto que copia las ideas que Extremadura ya aplica en su Ley de Ocio y Convivencia, en vigor desde hace tres años.

La ministra presentó su proyecto ante el Consejo de Ministros, que incluye la prohibición --con sanción incluida-- de beber alcohol en la calle a los menores, la prohibición de vendérselo y la exigencia a los locales que no sean de ocio o restauración a tener una licencia para vender alcohol. Además no se podrá vender estas bebidas en lugares donde no se permita el consumo entre las diez de la noche y las ocho de la mañana.

El boceto que ha esbozado el Ejecutivo deberá discutirse ahora con las comunidades autónomas y con los órganos consultivos preceptivos, aunque el Ejecutivo tiene claro que es necesario y urgente entrar en lo que Salgado no ha dudado en califica de "gravísimo problema de salud".

TRES BORRACHERAS AL MES La ministra indicó: "No sabemos las consecuencias del consumo masivo de alcohol por parte de menores porque es un fenómeno reciente y no hay 20 años de perspectiva histórica aunque ya se sabe que corto plazo influye en las funciones hepáticas, que hay una disminución de la hormona del crecimiento, alteración en las hormonas sexuales e influencia en el rendimiento escolar, sociabilidad, y en la forma de relacionarse con sus iguales y con sus mayores".

Salgado recordó que existe un nuevo problema ante el cambio de las pautas de consumo del alcohol, al haber pasado de consumos regulares y sostenidos a consumos "abusivos y concentrados" a los fines de semana. El panorama se completa con una disminución en la edad de inicio del consumo a los 13,7 años y un aumento entre los menores de doce puntos porcentuales entre 2002 y 2004. Según relató la ministra, la frecuencia de borracheras de los que se habían pasado con el alcohol alguna vez en el último mes (38%), había sido de una cada diez días.

Para atajar esta situación, el Gobierno se propone adoptar una serie de medidas que comienzan por unificar las normas en las diferentes comunidades autónomas, con una ley que deje claro "dónde se puede vender alcohol, a qué horas y a quién y cuáles son las sanciones".

El borrador contempla, además de medidas educativas, un rosario de prohibiciones. Así, los menores no podrán consumir alcohol en ningún lugar, y si lo hacen serán sancionados --las multas van de 30 a 600.000 euros, según la gravedad-- y pagarán los padres. Tampoco se podrá vender alcohol en máquinas a no ser que estén en un lugar controlado por el dueño del establecimiento.

LICENCIA EN RIESGO Los establecimientos que no se dediquen a la restauración y el ocio deberán tener una licencia específica y asegurarse de que la persona a la que venden alcohol tiene más de 18 años pidiéndole el carnet de identidad en caso de duda. Esta licencia se podrá perder si se demuestra que ha vendido alcohol a menores o que se ha saltado las limitaciones horarias.

Igualmente queda prohibido el consumo de alcohol para todos en los centros escolares, en centros de atención a menores y en las instalaciones deportivas durante el horario en el que se admita la entrada a menores.

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