La Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura financiará el nuevo Plan de Salud --en vigor desde este año y hasta el 2008-- con unos 5.000 millones de euros, lo que supone que el gasto sanitario se mantendrá estable en los próximos cuatro años.

En este sentido, el texto del actual documento de planificación sanitaria dedica un capítulo a su memoria económica, en el que detalla que analizando los datos de los últimos años puede realizarse una aproximación a su coste final. Para ello los técnicos de la Consejería han dividido en tres los objetivos incluidos en el plan: los que no generarán nuevos gastos; los que tienen un coste aún por determinar; y los que supondrán un incremento presupuestario. Finalmente, añade, se calcula que el desarrollo del Plan de Salud 2005-2008 "supondrá un total acumulado superior a los cinco mil millones de euros para el periodo de vigencia", es decir, un gasto sanitario de unos 1.250 millones de euros al año.

Esto supone que la sanidad extremeña estabilizará su gasto una vez que ha completado --o está cerca de hacerlo-- sus mayores inversiones, como los nuevos hospitales o las obras de adaptación para que haya una habitación por enfermo.

EVOLUCION ALCISTA En estos momentos el gasto sanitario público (consejería más diputaciones provinciales) asciende en Extremadura a 1.250 millones de euros, una cantidad muy similar a la que se prevé para los próximos cuatro ejercicios. Hay que tener en cuenta que se culmina así un proceso de incremento del gasto sanitario que se inició en el 2002 --año en el que la comunidad asumió las competencias sanitarias--. En concreto, en el último año de gestión del Insalud en la región el gasto sanitario público se situó en los 749,5 millones de euros, una cantidad que este año ha alcanzado los 1.228,39 millones. De esta forma la partida se ha incrementado un 63% (casi 480 millones de euros) en cuatro años.

Por lo que se refiere al marco sanitario estatal, el Plan de Salud de Extremadura propugna un Sistema Nacional de Salud "de cobertura universal y con prestaciones debidamente definidas". Este sistema debe, además, diseñar un modelo de financiación pública "que garantice la estabilidad financiera para prestar la asistencia establecida, la compatibilidad con la capacidad económica, la corresponsabilidad en su control de los diferentes agentes de gasto y la corrección de las disfunciones detectadas en el modelo actual".

En este último punto, la memoria financiera del Plan de Salud explica que el nuevo modelo de financiación sanitaria, actualmente en fase de debate, deberá contemplar un reparto homogéneo del gasto, con "el más alto nivel de eficacia y equidad".

Además, la Junta aprovecha para sentar algunas de las bases de lo que, a su juicio, debe ser el nuevo modelo. Así, apunta que las nuevas prestaciones que el Ministerio de Sanidad introduzca para todas las comunidades deben ir condicionadas "a la dotación financiera específica". A esto se suma que, según la Junta, "Extremadura debe beneficiarse de recursos destinados a la nivelación y redistribución territorial", es decir, de partidas extraordinarias que se sumarían a la financiación ordinaria.