Dar a conocer el gasto que supone un paciente cada vez que acude al sistema público de salud, a través de la factura sombra , es una de las medidas acordadas por el Consejo Interterritorial para garantizar la sostenibilidad del servicio y que debe poner en práctica cada comunidad en meses, aunque en Extremadura el "correcto uso del sistema" relega ese propósito nacional a un segundo plano. Pero la idea tiene provecho para uno de los asuntos que más preocupa al Servicio Extremeño de Salud: el gasto farmacéutico, que lleva dos años por encima de la media nacional. En el último año se han recetado 25,7 millones de medicinas en Extremadura, con un coste para las arcas públicas de 360 millones de euros, un 9% más que el ejercicio precedente. Esta es, además, la mayor subida del país.

Con el mismo fin de publicitar el coste sanitario, concienciar al usuario del precio de la asistencia, el SES cree prioritario informar sobre el precio de venta al público de cada medicamento que el usuario se lleve, sobre todo a aquellas personas que visitan la farmacia con asiduidad. Es por ello que en la actualidad está trabajando en un borrador, que ya está sobre la mesa, con el fin de ayudar a rebajar ese gasto que "nos separa del resto de comunidades y nos hace crecer por encima del Estado" y así concienciar y corresponsabilizar a los usuarios igual que al médico y el farmacéutico. "Son los tres agentes que intervienen en la factura farmacéutica. No buscamos responsables, pero hay un agente que no está informado del valor de las cosas", señala el director del SES, Ceciliano Franco.

El médico sabe lo que prescribe, el farmacéutico, lo que dispensa pero el paciente no tiene porqué saberlo. "Es ahí donde es necesario incidir. Igual que ponemos en marcha acciones para corresponsabilizar al médico hay que hacerlas para el ciudadano que consume esas medicinas y que las necesita", explica Franco. Aún no han acordado una forma de actuación para esta medida a corto plazo, pero trabajan con un enfoque claro. "No queremos dar una factura a un ciudadano que acuda ante un problema puntual, pero sí a los pacientes que más consumen, los polimedicados o aquellos que toman fármacos por encima de unos valores que podamos calcular", dice.

Pero no hay nada descartado porque la iniciativa está en pleno desarrollo y hay que consensuarla con los farmacéuticos y los colegios, por lo que quedan muchos puntos por matizar de seguir adelante esta estrategia, que no es difícil de desarrollar, según Franco, y podría ser efectiva para rebajar uno de los principales problemas de la sanidad extremeña, que tras la implantación de la receta electrónica lidera el gasto en medicinas en el país. Y es que la gratuidad hace que a veces nos olvidemos del coste de las cosas y "todo lo que hagamos para intentar bajar la factura farmacéutica será una buena medida". Extremadura no es la única que trabaja con una estrategia similar. En Valencia también se está informando del gasto que implica cada receta.

Bajar el "excesivo número de recetas que se dispensan en los dos últimos años" son los objetivos de esta acción que no busca que el paciente se sienta culpable de lo que gasta con los impuestos de todos los extremeños, sino concienciar a los usuarios para promover un uso responsable de la receta electrónica. "Si todos los medicamentos que se prescriben los tomaran los pacientes tendríamos problemas sanitarios graves por exceso de consumo, por eso no es necesario retirar todo lo que se prescribe, hay fármacos que ya se tienen o que no se necesitan". Por lo tanto, insiste Franco, "es necesario que el paciente se corresponsabilice de lo que consume porque es gasto público, igual que debe hacerlo el farmacéutico, ya que las recetas que se están dispensando superan las necesidades de nuestros ciudadanos".

EL COSTE DE VISITAR AL MEDICO Con esta "necesidad", pasa a un segundo plano en Extremadura la estrategia planteada en el Consejo Interterritorial de Sanidad, entre otras medidas, de dar a conocer los precios de cada servicio sanitario con la llamada factura sombra . Ahora mismo esta iniciativa, que pocas comunidades ya se están planteando, Andalucía tiene algunas experiencias y Aragón publicitará los precios a través de internet --nada de forma efectiva de momento--, está contemplada como una medida a desarrollar a largo plazo, por un motivo principal: "los extremeños están haciendo un uso razonablemente bueno del sistema y no tenemos necesidad", señala el director del SES. Las consultas de atención primaria están bajando, las urgencias son estables, los ingresos e intervenciones son las esperadas, aunque hay excepciones, pero "en más del 90% de los casos se usa con responsabilidad el servicio sanitario", reconoce.

Este buen comportamiento aleja la factura sombra que se entregará a cada paciente con el importe de su visita médica. De todos modo el SES trabaja en esta iniciativa de cara la futuro puesto que sus efectos pueden ser muy positivos para "corresponsabilizar en el gasto a quien va al médico con frecuencia".