Extremadura es la mayor productora de porcino extensivo del país, aunque el sacrificio en la propia región es de unos 600.000 cerdos, menos de la mitad de los que produce. El sector mueve en la región algo más de 300 millones de euros al año y vende 170.000 toneladas de carne.

Los datos de la última encuesta ganadera realizada por el Ministerio de Agricultura revelan que en Extremadura hay casi 1,7 millones de cerdos y que la comunidad autónoma encabeza la lista cabezas de verracos, con 18.000 animales. Además, hay casi 175.000 cerdas reproductoras y 760.000 en cebo.

Todos estos datos suponen que el sector del porcino ibérico es clave para la economía extremeña. Sin embargo, hay lagunas que permanecen en el tiempo, sobre todo en relación a los pocos animales que se sacrifican en mataderos extremeños.

La razón fundamental es que los productores buscar los mercados para carne fresca más potentes, como Madrid y Sevilla, y optan por llevar los animales vivos a esas zonas, para que se sacrifiquen allí, ya que el transporte les supone mucho menor coste de lo que tendrían que pagar por camiones frigoríficos si mataran aquí los animales.

Además, esto conlleva también que a la hora de etiquetar el producto, se da la circunstancia de que la materia prima, el cerdo, es extremeña, pero se vende como denominación de origen jamón de Guijuelo --si se sacrifican en tierras salmantinas-- o denominación de origen de Huelva, en el caso de que lo hagan en esta provincia.

A nivel nacional, Cataluña, Aragón y Castilla y León son, por este orden, las regiones con más cabezas de porcino.