Casi tres de cada cuatro nuevos parados que se inscribieron en el mes de septiembre en las oficinas del Sexpe provenían del sector servicios. En total fueron casi 3.700 desempleados más en este sector, que experimentó subidas "en casi todas las secciones de actividad", según destacó ayer el sindicato UGT, aunque a la cabeza de todas aparecen las derivadas de contratos en las administraciones públicas, con 1.254 parados.

El secretario autonómico del sindicato de enfermería Satse Extremadura, Damián Cumbres, calcula que, teniendo en cuenta solo a este colectivo, la cifra de profesionales que realiza sustituciones en algún momento del verano en la región ronda el millar. En cualquier caso, Cumbres también considera que este tipo de contrataciones se está recortando con la crisis. "Ya no hay la misma alegría que había antes a la hora de contratar para sustituir al personal que está de vacaciones o con una baja laboral", arguye.

La hostelería aparece como la segunda actividad del sector servicios que más parados generó en septiembre (con 507), por encima del comercio (442). José Luis Ascarza, presidente de la Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura (Cetex), enmarca esta cifra en la habitual dinámica estacional de esta actividad y resalta que "desde que comenzó la crisis, la hostelería extremeña no ha destruido mucho empleo". En parecidos términos se expresa Valentín Flores, presidente de la Federación Extremeña de Turismo Rural (Fextur): "Es algo habitual, en junio es el sector servicios el que hace que el paro baje porque los cámpings, los hoteles o las terrazas necesitan personal y cuando llega septiembre ese empleo se destruye". Según las estimaciones de esta federación, el turismo rural en Extremadura se ha movido este verano en niveles similares a los del año pasado. "Prácticamente no se ha resentido nada. Incluso en algunas zonas --entre las que cita el Jerte, La Vera, Sierra de Gata o el Ambroz-- la ocupación ha aumentado un 3%".

El Restaurante La Abadía, de Cáceres, es uno de los muchos establecimientos hosteleros extremeños que aumenta su plantilla cada verano. Contrata dos camareros adicionales para poder atender su terraza entre los meses de mayo y septiembre. Primero es solo los fines de semana, pero luego, a partir de junio, es de forma continuada. "Ocurre en todos los establecimientos de hostelería de Cáceres. Lo único que puede variar es que tengas veinte mesas y necesites dos camareros más o tengas diez y solo sea uno", afirma Eladio Rojo, propietario de este restaurante cacereño, en el que la terraza puede llegar a suponer hasta "entre un 30% y un 40%" de su volumen de negocio en los meses estivales. Aunque se paga por años completos, a partir de octubre la terraza queda únicamente para algún fin de semana "que sale medio regular".

Igualmente, Rojo indica que ni este año ni el pasado ha tenido problemas para encontrar camareros --"Si no te llegan dos currículos a la semana no te llega ninguno", asegura--, pero que antes de la crisis la demanda para estos empleos eventuales era bastante más limitada. En este sentido, también apunta que ha cambiado el perfil de los trabajadores: si antes de la crisis era más habitual ver desempeñándolos a empleados extranjeros, ahora suelen ser españoles, "estudiantes o gente que ha dejado de trabajar en otro sitio".