Como era de esperar, la retirada de la enmienda a la totalidad de IU a los presupuestos para 2012 ha ahondado aún más en la crisis interna de la formación izquierdista y de Socialistas Independientes de Extremadura (Siex), su socio de coalición, que ayer anunció que "suspende las relaciones con la dirección de IU Extremadura" y ha pedido una entrevista con el coordinador nacional de esta formación, Cayo Lara, al que consideran ahora mismo el único interlocutor válido y al que quieren recordarle el compromiso que Izquierda Unida y Siex sellaron para presentarse de la mano a las elecciones. Si no quedan satisfechos con la respuesta de Lara, anuncian que romperán definitivamente su coalición en Extremadura y no descartan emprender acciones judiciales. Sin embargo, el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, lamenta esa respuesta de Siex, insiste en la decisión tomada por los tres diputados en el pleno del pasado jueves y, respetando esa suspensión anunciada, considera que "antes de ir a decirle a nuestro jefe lo malos que somos, deberían hablar con nosotros". Mientras tanto, uno de los crítico con su formación, el dirigente pacense Manuel Sosa, asegura que "no hay ninguna crisis" en IU, sino "un debate sobre su identidad".

Lo cierto es que el presidente de Siex, José Antonio Jiménez, aseguró ayer que su partido "se ha sentido ninguneado por la dirección de IU Extremadura", que de nuevo "ha hecho lo que le ha venido en gana" al retirar la enmienda a la totalidad a los presupuestos del 2012 sin haberles consultados, cuando esa enmienda se basó en su mayoría en postulados formulados por ellos, dijo, y cuando un día antes del pleno su portavoz, Antonio Vélez, envió un escrito a Escobar para mostrarle la voluntad de "mantener" la enmienda.

Además, insistió en que se mantiene los ingresos y los gastos, "los recortes no han variado", y esos 140 millones comprometidos para aumentar los ingresos "es pura especulación". Por todo ello, Jiménez hace a IU "corresponsable" de lo que ocurra a partir de ahora en la región porque "ha consentido los presupuestos". Así, "cada nuevo parado, cada recorte que se produzca, cada despido, cada avance en políticas de derechas, es suyo", recalcó.

Por su parte, Escobar lamenta pero respeta la decisión de Siex e insiste en que en que había "poco margen de maniobra" para la retirada de la enmienda. A este respecto, desveló que estuvo intercambiando mensajes de móvil con Jiménez hasta las 22.30 horas del miércoles (la noche antes del pleno) sobre lo que iban a hacer.

Sin embargo, Jiménez asegura que él le envió un mensaje a Escobar tras enterarse que el PSOE iba a apoyar la enmienda de IU y asegurando que "lo habíamos conseguido y que teníamos una gran responsabilidad", a lo que Escobar le respondió "como si hubiera entendido que hablaba de la negociación con el PP y no en relación al acuerdo del PSOE". Por eso, dice Jiménez, le volvió a enviar otro SMS aclarando que se refería al apoyo del PSOE a la enmienda "pero a este mensaje no respondió".

Por otro lado, Sosa indicó que no sabe si los diputados de IU "tienen la conciencia política de haber analizado exactamente lo que significa lo que han hecho".