Más juventud, mayor profesionalización, modernización de infraestructuras y una apuesta clara por la calidad (vendiendo más en mercados selectos los productos de las denominaciones de origen) y por los productos ecológicos (Extremadura es la segunda región en cuanto a superficie de producción). Son las líneas a seguir para que el campo extremeño sea más fuerte en un cada vez más competitivo mercado, para lo que se hace imprescindible crear estructuras únicas que le permitan producir, comercializar y vender en las mejores condiciones posibles. Pero cómo hacerlo. El libro blanco agrario ofrece un análisis puntual de la situación de cada sector agrario y ganadero y las posibilidades de mejora pensando en los próximos diez años.

El documento, de casi 500 folios, fue analizado ayer por la Consejería de Agricultura, los sindicatos, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex), las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas, y es uno de los cuatro puntos que contempla el Pacto Social y Político en materia agraria, junto con la Ley de Mancomunidades y Entidades Locales (que llegará al Parlamento extremeño en próximas semanas), la creación del Observatorio de Desarrollo Rural (cuyo documento ya ha sido enviado a los agentes económicos y sociales) y el Libro de la Agroindustria de Extremadura.

Se trata de "una receta" propia para cada uno de los subsectores, con sus fortalezas y debilidades, pero que tienen como denominador común la necesidad de fortalecerse con la unión, explica el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez. Con estructuras bien dimensionadas, señala, el campo producirá, transformará y venderá mejor.

Sin embargo, aclara, "no hay varitas mágicas para resolver todos los problemas del sector agrario", que es la principal fuente de exportación regional.

El documento estará en la web de la Asamblea para cualquier aportación antes de su trámite parlamentario.