En Cáceres no parece que exista ningún problema ni traba para que un menor compre alcohol. Al menos Silvia no los ha tenido. No llevar el carnet encima no es un impedimento, como tampoco que su constitución le haga parecer aún más niña de lo que es, ella compra sin dificultades dos cartones de vino en un supermercado de mediano tamaño situado en una céntrica calle cacereña, y un tercer cartón en una multitienda de barrio. Nos dice que en los grandes híper ni lo intenta, porque "en ellos sí piden el carnet".

Silvia ni siquiera llevaba el bolso. Ha llegado a la caja del supermercado, ha dado los dos cartones de vino a la cajera y ha sacado del bolsillo un billete de 5 euros para pagar, "y ni me han preguntado la edad ni me han pedido el carnet"; y lo mismo ocurre en la multitienda, donde adquiere otro cartón de vino sin dificultad. I. BRAVO