La alta tasa de abandono escolar prematuro que hay en Extremadura, y también en el conjunto de España si se compara en el entorno europeo, no es fruto de una casualidad o una situación coyuntural. Dos profesores de Educación Secundaria explican a EL PERIODICO EXTREMADURA que gran parte de la culpa recae en la esencia del sistema educativo, que con su actual configuración potencia la desmotivación.

José María Zambrano, director del Gabinete de Orientación del Colegio San Francisco Javier de Fuente de Cantos, tiene claro que en el actual modelo educativo "hay muchas cosas sin resolver" que han desembocado, entre otras cosas, en un "problema de desmotivación bastante grande". En esta línea señala que, a pesar de los mecanismos correctores incluidos en las diferentes leyes, en la realidad "se unen en un aula chicos que no van a ir a la universidad con los que tienen más aspiraciones".

Para José María Zambrano la Logse "era una ley muy ambiciosa" pero que a la larga "no ha tenido los fondos suficientes y tampoco se han aplicado sus mecanismos correctores". Además, tiene claro que para que una ley educativa se aplique en su totalidad y se comprueben sus efectos "hacen falta quince años", un periodo en el que en España ha habido hasta tres normativas. En sus años de trabajo docente ha constatado que "en un mismo nivel educativo hay grandes diferencias entre unos y otros" lo que, al final, lleva a que los jóvenes "se van desenganchando". El resultado, que muchos estudiantes "obtienen el título a trancas y barrancas, con un nivel mínimo"

A esto ayuda también la promoción automática, "que les desmotiva mucho y le lleva a entrar en una dinámica muy apática".

Pese a todo, es moderadamente optimista, porque cree que hay soluciones correctoras como la ampliación del programa de optativas --"incluso impartiendo las mismas asignaturas con distinto nivel"-- o separar a los alumnos desde Primaria según su nivel "para evitar que los que van más retrasados se desenganchen". Es decir, "un sistema más adaptado a sus necesidades". Sobre los problemas de los jóvenes para encontrar trabajo cuando no completan sus estudios, apunta que en esa pugna por el empleo de baja cualificación ahora "entran en competencia con la inmigración".

Por su parte, para Diego Fernández, profesor de Lengua y Literatura en el instituto de La Zarza (Badajoz), el problema principal de este abandono de las aulas "está motivado porque el sistema educativo anterior obligaba a estudiar hasta los 14 años, pero la nueva normativa les obliga a estar en el centro hasta los 16 años y están por obligación, no porque quieran seguir estudiando".

Buena parte del fracaso escolar, que motiva ese abandono de los estudios a partir de los 16 años, es culpa de que "a muchos alumnos no les interesa seguir estudiando, incluso los hay que abandonan cuarto de la ESO sin haber obtenido el título, el graduado en ESO".

Según este profesor, "ha sido un error por parte del Ministerio de Educación obligar a estudiar hasta los 16 años porque hay alumnos que está ahí porque no tienen más remedio, pero no porque tengan ganas de aprender". A la larga este sistema, comenta, también va a suponer que los que no sigan estudiando tengan más dificultades para encontrar cabida en el mercado laboral, como ya está sucediendo.