Si para el AVE se puso el horizonte 2010 para su llegada a Extremadura, a partir de ahora sonará otra fecha, el 2012; en este caso, para la consolidación de las energías renovables en la comunidad autónoma. Para entonces, el panorama eléctrico extremeño debe ser muy distinto al actual, si se tienen en cuenta las previsiones del Gobierno regional, puestas ayer de manifiesto en la Asamblea, donde el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, vislumbró ese nuevo paisaje.

De todos los proyectos presentados, la mayoría han sido para solicitar plantas de energía fotovoltaica, aquella que aprovecha el sol para generar energía eléctrica a través de paneles solares. Hasta el 31 de enero pasado, la Junta ha recibido 724 solicitudes, con una potencia global de 1.434 megavatios. De todas ellas, ya hay 25 funcionando y otras 71 que tienen autorización. Atendiendo a este interés, Extremadura albergará en septiembre próximo el 25% de la potencia instalada en España, ya que podrá en marcha 200 megavatios fotovoltaicos, de los 800 previstos por el Gobierno para el país.

Aprovechar el sol es el objetivo de los 50 proyectos que se han presentado hasta el día de hoy para producir energía termosolar, aquella que se basa en aprovechar las radiaciones energéticas del sol para producir agua caliente. Cinco de ellos ya tienen la autorización administrativa y dos se encuentran en obras. Cada uno tiene una potencia de 50 megavatios y su inversión supera los 200 millones de euros.

Energía eólica

Al margen del sol, el viento también será un factor fundamental para la producción eléctrica. Hasta la Junta han llegado por el momento 98 proyectos para producir energía eólica, con una potencia total de 2.850 megavatios. Sin embargo, al igual que en el caso de la energía termosolar, "solo una pequeña parte de esos proyectos se convertirá en realidad", aclara Navarro. Hay que tener en cuenta además, recuerda, que estas iniciativas están condicionadas a la creación de empleo, algo que puede retrasar su puesta en marcha, "pero preferimos parques eólicos con puestos de trabajo un poco más tarde que parques eólicos antes sin puestos de trabajo".

Otro tipo de energía que se está abriendo paso, aunque la que está más lejos de conseguir los objetivos del Gobierno, es la biomasa, la energía solar convertida por la vegetación en materia orgánica. En Extremadura se han iniciado los expedientes para instalar 15 plantas, con una potencia total de 157 megavatios. De ellas, solo una ha obtenido autorización y podría empezar a construirse en los próximos meses. En este caso, utilizará residuos del cultivo de maíz para producir energía.