Solo un reparto de escaños basado en un sistema matemático proporcional puro sin barrera para obtener representación parlamentaria habría alterado los resultados de las pasadas elecciones del 22 mayo en la región, en las que el PP se hizo con 32 escaños, el PSOE con 30 y la coalición IU-V-Siex, con tres. Calculando las diferentes alternativas que existen a la aplicación actual de la Ley D'Hont --sistema de reparto de escaños que se sigue en la región y España--, se demuestra que solo eliminando ese porcentaje mínimo de votos que se establece para entrar en la Asamblea, otras fuerzas minoritarias como UpyD, Independientes por Extremadura (Ipex) o Unión del Pueblo Extremeño (Upex) hubieran obtenido escaño en detrimento del PP y el PSOE, que hubieran perdido tres y dos, respectivamente.

El sistema actual de asignación de escaños que se usa en Extremadura es el mismo que en el resto de España, la denominada Ley D'Hont, que corrige la proporción en favor de las mayorías y agudiza la discriminación fijando como condición necesaria para obtener representación parlamentaria y entrar en el reparto de escaños un mínimo porcentaje de votos, que en el caso de la región está fijado en el 5%. Así, debido a la Ley D'Hont, el PP, al haber sido la fuerza más votada, ha salido favorecido en los últimos comicios en 13 autonomías. Entre ellas Extremadura, donde ocupa el 49,23% de los escaños pese a haber obtenido solo el 46,21% de los votos.

El extraordinario resultado obtenido en la región el 22-M ha hecho que IU se hiciera con la llave de la Junta, que finalmente entregó al líder del PP, José Antonio Monago, a cambio de una serie de compromisos que la propia coalición bautizó como Los 12 mandamientos . Entre ellos se encontraba precisamente una reforma de la ley electoral que permita rebajar esa barrera necesaria para entrar en el reparto de escaños a un 3%, la misma que se aplica en el Congreso de los Diputados y otras comunidades como Cataluña o Andalucía.

Con esta modificación, IU --cuyo porcentaje de votos nunca ha bajado del 4,6% obtenido en el 2007-- se asegura su entrada en la Cámara, pero sin embargo, no se modifican los resultados electorales del 22-M, pues según el matemático Juan Luis Corcobado, al tener solo dos circunscripciones, en la región no importa tanto la barrera que se fije para entrar en la Asamblea, sino el sistema que se utilice para asignar los escaños. Para comprobar esta afirmación y ver cómo cambian los resultados dependiendo del sistema utilizado, Corcobado ha calculado para EL PERIODICO varios supuestos partiendo de los resultados obtenidos el 22-M.

Una única circunscripción y barrera electoral en el 3%

En este supuesto se mantienen la ley D'Hont para el reparto de escaños y la exigencia de un mínimo del 5% de los votos válidos para entrar en el mismo, pero en lugar de asignar 29 escaños a la provincia de Cáceres y 36 a la de Badajoz, se asignan 65 escaños a una única circunscripción. Sin embargo, y pese a que la provincia de Cáceres está sobreponderada --el coste teórico de un escaño fue de 8.854 votos en mayo del 2011, frente los 11.354 de Badajoz--, la distribución final de escaños hubiera sido exactamente como la actual: 32 escaños para el PP, 30 para el PSOE y tres para IU. Según las simulaciones de Corcobado, incluso suprimiendo el requisito actual de alcanzar un mínimo del 5% de los votos para entrar en el reparto los resultados hubieran sido los mismos.

"Ni la unificación de las dos circunscripciones en una sola ni la eliminación de un porcentaje mínimo de votos, hubiera modificado el reparto de escaños, siempre partiendo de los resultados del 22 de mayo", afirma Corcobado, pues en