Tres días de huelga del transporte y el desabastecimiento ya se ha convertido en un tema recurrente en las conversaciones de los extremeños. Problema real para algunos y exceso de alarmismo para otros, el caso es que las estanterías de muchos comercios y supermercados de la región cada vez están más vacías y las dificultades para comprar fruta o pescado fresco van en aumento.

Sin embargo, hay quienes, como el pescadero cacereño Felipe Salgado, se las arreglaron ayer para traer algo de género fresco, "con vehículos pequeños y a través de rutas alternativas". Pero en Cáceres la huelga dio el salto ayer al mercado franco, donde se dejó notar en la ausencia de algunos puestos y el encarecimiento de ciertos productos, aunque la lectura de esta situación es distinta según la óptica de su autor.

Así, mientras que para Paulino Moreno, transportista de Torrecillas de la Tiesa que aprovechó la huelga para acompañar a su mujer a la compra, "el paro apenas se está notando, hay muchísimos productos", María José Moreno y su hija Susana Vicario confirman que faltan vendedores y algunos han subido los precios: "La semana pasada compré los tomates a 0,99 y hoy me los han cobrado a 1,25", se quejan.

En lo que tanto Paulino como su mujer, Antonia Mateo, coinciden con María José y Susana es en el exceso de alarma que ha generado la huelga. "También se nota en los supermercados, donde falta agua, fruta...", asegura esta última.

Así ha ocurrido también en Badajoz, donde el miedo a quedarse con la despensa vacía y la falta de mercancía se nota en los supermercados y grandes superficies.

Isabel María Martín se llevó ayer una sorpresa cuando fue a hacer la compra (la primera vez que lo hacía desde que se inició el paro). "No creía que la huelga afectase tanto y me he encontrado con que no hay de nada. He comprado algunas cosas con las que creo que nos podremos apañar", comentó a la salida del supermercado. "Espero que se resuelva pronto, porque si no tendremos que estar a latas de sardinas", añadió.

Alberto Castaño y su mujer sí se habían anticipado a la huelga "porque mi hermano es conductor de camiones y nos avisó de que la cosa se iba a poner fea" e hicieron acopio de provisiones hace unos días. No obstante, ayer fueron a una gran superficie para comprar algunos productos, sobre todo para su hijo Daniel. "Ya no hay pan de molde, leche solo de algunas marcas y escasea la carne". "Todavía no se nota mucho, pero el fin de semana si no se soluciona, sí habrá problemas", auguró Alberto.