Los 17 terroristas etarras confinados en las cárceles extremeñas --12 en Badajoz y 5 en Cáceres-- presentan unas biografías escalofriantes que incluyen algunos de los mayores atentados de la historia de la democracia española, especialmente los que permanecen en el centro penitenciario pacense. Por encima de todos destaca Idoa López, Tigresa .

En el historial de Tigresa , que acumula condenas que suman unos 2.000 años, figura el segundo atentado más sangriento de la historia de ETA, solo superado por el de Hipercor. Corría el año 1986 cuando una furgoneta cargada de explosivos acababa en Madrid con la vida de 12 guardias civiles y ese mismo año acabó con la vida de otros 5 guardias civiles con otro coche bomba.

La historia de ´Tigresa´

Se le atribuyen atentados fallidos contra el expresidente del Supremo, Antonio Hernández, y el exfiscal general del Estado Luis Antonio Burón; el triple asesinato del teniente coronel Carlos Besteiro, del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas y del soldado que conducía el vehículo en el que viajaban; y los asesinatos de Joseph Couchot, Angel Manuel Facal Soto y Máximo García Kleiner.

También tiene un expediente grueso Ibon Etxezarreta, que participó en los asesinatos del exgobernador civil de Guipuzcoa, Juan María Jáuregui; el presidente de la patronal vasca Adegi, José María Korta; el director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga; y el ertaintza Mikel Uribe.

Por su parte, Mikel Izpura fue condenado a 49 años y dos meses por el asesinato del capitán de la Guardia Civil Luis Ollo. Formaba parte de un grupo de apoyo al comando Nafarroa que supuestamente colaboró en atentados mortales.

Otros de los etarras nunca llegaron a asesinar. Es el caso de Mikel San Argimiro, responsable del coche bomba que hace unos años explotó junto al estadio Santiago Bernabéu durante un Real Madrid-Barcelona y de los intentos de asesinato de los exministros José Barrionuevo y Matilde Fernández. Algo parecido ocurre con Alfontso Sebastián Iriarte, miembro de un equipo de información que, además, formó parte del equipo que colocó una bomba que no llegó a estallar.

El matrimonio formado por Joseba Iñaki Zugadi y Josune Onaindia estaba en un comando de información y Zugadi fue condenado a más de 30 años de cárcel como cooperador necesario en un atentado que mató a dos guardias civiles.

Kepa del Hoyo también se dedicaba a tareas de información. Está cumpliendo una condena de 25 años por haber facilitado los datos que posibilitaron el asesinato de un policía. Andoni Gabiola Kaskillos es uno de los miembros históricos de ETA que formó parte del comando Madrid. Se sospecha que colaboró en el secuestro del empresario Emiliano Revilla, aunque nunca lo ha reconocido.

Tampoco reconoció Jon Zubiarre su participación en el atentado que acabó con el policía vasco Iñaki Totorika, en el que según él solo hizo la llamada de reivindicación. Fue condenado a más de 90 años.

Mientras, Xabin Usandizaga participó en la construcción del zulo en el que estuvo secuestrado Ortega Lara y en un atentado con bomba lapa contra un guardia civil. Joseba Arizmendi Oyarzabal fue condenado por el asesinato de Raúl Suárez y por el intento de asesinato de José Ignacio Lago.

Los presos de Cáceres

Por lo que se refiere a los cinco internos de Cáceres, solo uno está condenado por asesinato.

Se trata de Aitor Olaizola, que formaba parte del comando Sugoi cuando puso en el 2001 un coche bomba en un hotel de Rossas causando la muerte de un policía catalán. Olaizola se dedicaba habitualmente a tareas de información.

En la misma línea tenía previsto atentar Aitzol Maurtua, detenido en Valencia como miembro de un comando itinerante de ETA cuando preparaba una campaña de atentados en la costa levantina. Oier Andueza recibió una condena de 42 años como miembro del comando Vizcaya.

Iker Olabarrieta fue condenado por un intento de asesinato, en este caso contra el diputado socialista Eduardo Madina, que perdió una pierna tras explotar la bomba lapa.

El único de los presos extremeños de ETA que ha participado alguna vez en política es Gorka Fraile Iturralde, exconcejal de EH sobre el que pesan tres condenas por tenencia de explosivos.