Como una losa pesa en el sector de la construcción el anuncio realizado por el presidente extremeño, José Antonio Monago, de recortar la inversión en obra pública de cara al próximo año. Consideran que una medida así es "darle la puntilla al sector", señala el presidente de la Federación de Constructores de la Provincia de Cáceres (Fecons), Carlos Izquierdo. Los planes de la Junta para recortar gastos en esta materia es "un desastre", insiste, ya que el pasado año ya cayó la obra pública casi un 50% en la región respecto al 2009, por lo que el panorama es "desolador". Lo fácil, destaca, es cortar en inversiones, pero "lo primero que hay que hacer es cortar los gastos superfluos". A su juicio, la situación que atraviesa el sector del ladrillo en Extremadura es "caótica", dado que la inversión privada "no existe" y la pública cada vez es menor. "Paralizar la obra pública es mandar a la gente al paro, cuando lo que hay que hacer es revitalizarlo para crear empleo", concluye.

En este mismo sentido se pronuncia Teresa Bardají, gerente de la Asociación Provincial de Constructores de la Provincia de Badajoz, Apdecoba, que muestra la "preocupación" del sector por estos planes de la Junta. Reconociendo la necesidad de ajustes presupuestarios, este colectivo entiende que "existen sectores que no pueden verse afectados por ellos, bien por el fin social a que van destinados, bien por la incidencia en la recuperación económica o creación de empleo inherentes a las inversiones en los mismos".

Bardají recuerda que la construcción es el segundo sector en importancia en Extremadura, "tiene una incidencia fundamental y directa en el empleo, sin olvidar que las inversiones en obra pública e infraestructuras revierten, en gran medida, en la propia Administración", a diferencia de otras inversiones que se vienen produciendo en empresas, instituciones y entidades que Apdecoba considera "totalmente prescindibles".

Para los constructores pacenses, esos recortes "provocarán la imposibilidad de crear empleo en nuestra comunidad y supondrá un mayor retroceso de nuestra economía". Por ello, piden a Monago "actuaciones tendentes a su reactivación y no a su paralización, por lo que solicitamos del Gobierno autonómico un esfuerzo para la ejecución de las obras pendientes y dependientes de nuestros presupuestos y el apoyo para que no se abandonen, las previstas en nuestra comunidad y dependientes de otras instancias, como el corredor ferroviario conocido como EJE 16, entre otras", indicó Bardají.

Al margen del sector de la construcción, los autónomos también critican los planes del Gobierno regional. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) de Extremadura indicó ayer que el recorte de la obra pública perjudicará a los autónomos de la construcción, por lo que pide políticas de "sostenibilidad". Y es que, "estas inversiones supondrían la contratación de un gran número de trabajadores autónomos a los que les darían un balón de oxígeno ante la precaria situación que vive en Extremadura en este sector". En total, según este colectivo, el Gobierno autonómico reservaba 81,3 millones para el 2012. De ellos, 36,6 provienen de fondos europeos, 32 son para conservación de carreteras y 12,7 para travesías urbanas.