El tren extremeño perdió el año pasado en torno al 10% de los usuarios, según se desprende de los datos de viajeros por estaciones facilitados por Renfe a EL PERIODICO EXTREMADURA. Así, el número de personas que utilizaron el ferrocarril --se subieron o bajaron-- en las nueve principales estaciones de la región se redujo un 10,2%, una caída que afectó especialmente a las denominadas por Renfe Grandes Líneas (con un 21% de viajeros), mientras que los trenes regionales sólo perdieron un 5%.

Esta situación no es una novedad, aunque la evolución de viajeros en los últimos años demuestra que la crisis del tren extremeño se agrava cada vez más. Así, en el 2001 la pérdida de pasajeros fue del 8% y en el 2002 del 5%, un recorte que en el 2003 alcanzó el 7% y que el año pasado se disparó hasta el 10,2%.

Esta pérdida de usuarios es constante desde 1994, un año en el que casi un millón de usuarios utilizaron los trenes extremeños. Una década después la cifra baja ya de los 600.000.

CACERES, A LA CABEZA A la hora de analizar los datos de usuarios por estaciones, destaca el hecho de que aunque se hable de Mérida como principal nudo ferroviario, es la estación de Cáceres la que registra un mayor movimiento de viajeros, seguida de Mérida, Badajoz y Plasencia.

Por lo que se refiere a la pérdida de pasajeros, las localidades que más han notado esta caída han sido, con mucha diferencia, las de Zafra (un 28,5% menos de viajeros) y Llerena (22,2%). Con una bajada de usuarios de entre el 10% y el 20% se han situado Cáceres, Mérida, Badajoz, Almendralejo y Montijo. Por último, las estaciones que menos han sufrido la crisis ferroviaria extremeña han sido las de Plasencia (4,5%) y Don Benito (3%).

A la hora de analizar las causas de esta huida de viajeros, a lo largo de los últimos años los expertos han coincidido en señalar como principales factores los malos horarios --no adecuados a las necesidades reales de la población--, la antigüedad de los trenes --hasta hace poco la región utilizaba los talgos más antiguos de España-- y las malas condiciones de las vías --renfe llegó a limitar la velocidad en el 60% de las líneas extremeñas--.

Para acabar con esta sangría , la Junta de Extremadura, el Ministerio de Fomento y Renfe han suscrito un acuerdo a tres bandas que incluye la mejora de las líneas y el cambio de trenes y horarios. Las obras ya han comenzado en algunos tramos y los nuevos trenes y horarios están operativos desde el pasado 3 de abril. Sin embargo, estos cambios han supuesto pequeños perjuicios para localidades como Almendralejo, que antes tenía un tren directo a Cáceres y Badajoz, un trayecto para el que ahora hay que hacer un transbordo en Mérida, según han explicado vecinos del municipio.