Bueno, bonito y barato, pero sobre todo, de calidad. Esas son las premisas con las que empresarios extremeños buscan hacerse un hueco en el mercado chino, una golosina muy apetecible por el potencial de negocio que presenta este país, poblado por más de 1.300 millones de personas. La balanza comercial aún está muy desequilibrada --el pasado año Extremadura exportó a China por valor de 3,1 millones de euros en casi 100 operaciones, mientras que las compras superaron los 18 millones, en más de 2.700 operaciones-- pero la iniciativa empresarial ya ha provocado logros como que el turrón de Castuera sea el más consumido por los chinos, y que los vinos, el textil y la piedra natural sean mercados emergentes en la zona. Además, el Gobierno español y el chino negocian en la actualidad la apertura del mercado del porcino, lo que abre más posibilidades para la región.

A lo largo del pasado año se han realizado dos misiones comerciales de Extremadura en China, en las que han participado 36 empresas. Durante el 2006, empresarios extremeños estarán presentes en dos ferias de la construcción y una de alimentación, que se celebrarán en Shanghai. Estas operaciones han ayudado a que las exportaciones desde el año 2003 al 2005 se hayan duplicado, por lo que "el mercado chino es una más que oportunidad para las empresas extremeñas", afirma el director de Comercio de la Junta, David Carmona.

Un cliente peculiar

Pero la tarea no es fácil, apuntan los empresarios. Turrones Rey lo ha logrado, pese a que "es otro mundo, muy difícil", señalan fuentes de esta empresa de Castuera, que lleva un año y medio comercializando en China, donde prácticamente ha sido la que ha introducido este alimento en aquel país.

Eso es lo que intenta también desde hace un año y medio la bodega San José de Villafranca, que ya trabaja con un contacto en China para introducir vinos de calidad en ese mercado, una cuestión "muy difícil porque, como pasa no sólo en China sino en todos los mercados, el cliente es muy exigente y desconfiado", explican desde esta empresa vitivinícola.

No en vano, China es ya la cuarta potencia económica mundial. Baste el dato aportado por el consejero Económico y Comercial de la Embajada de España en Pekín, Javier Serra, y es que en China se construyen al año 2.000 millones de metros cuadrados, la mitad de los que se edifican en el mundo.

Este experto aconseja a los interesados en exportar a China informarse siempre sobre el cliente chino, la situación del mercado y apoyarse en un intérprete. Lo mejor, asegura, es aportar por el mercado del aceite de oliva, el vino, el textil de marca (Zara abrió el martes su primera tienda en China), y la piedra para la construcción, como sectores más proclives.

Así se ha puesto de manifiesto en las jornadas Hacer negocios en China , en Mérida.