El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, defiende las medidas fiscales anunciadas ayer, en el discurso de apertura del Debate sobre la Orientación de la Política General de la Junta, por considerar que se basan en el "principio de la solidaridad" y en la "absoluta coherencia", mientras el presidente del Grupo Popular en la Asamblea, José Antonio Monago, lamenta la repercusión que tendrán sobre la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.

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Según la agencia Europa Press, Vara resalta que en cualquier caso que la "presión" fiscal de las medidas anunciadas "no" será superior a otras similares que se aplican en el conjunto del país, y defiende el principio de que "todo el mundo da y recibe en función de sus necesidades y posibilidades", ya que es lo que "permite que la riqueza se redistribuya".

En este sentido, Monago se muestra partidario porque pagen más los que tienen más, pero alerta de las repercusiones en los ciudadanos en una región en la que "están los ricos más pobres de España". Por ello, aboga por luchar contra el fraude fiscal en la comunidad y recalca que iniciativas como la subida del impuesto a las eléctricas "servirá para que los extremeños paguen más en el recibo de la luz".

Reclama a Vara la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones ya que, en opinión, éste "sólo existe en Extremadura" y augura que el incremento del gravamen de depósitos bancarios "al final lo pagarán los ciudadanos, porque la banca nunca pierde".

Además, Monago señala que el céntimo sanitario "va a repercutir en todos los extremeños" y sostuvo que, en realidad, "el problema no es poner más impuestos a los ciudadanos, sino que hay gastar menos de lo que se ha gastado" (en alusión a la gestión del Gobierno regional".

Fernández Vara reconoce que si la tarifa de la luz sube, lo hará "para el conjunto de España en todo caso" y con independencia de la aplicación de subidas o no en el impuesto de las eléctricas en la comunidad.

También, sobre la supresión del impuesto de sucesiones, considera que sería "un error" porque "la contribución en función de lo que uno tiene tiene que marcar diferencias en función de las situaciones reales".

El presidente de la Junta insiste en que las medidas fiscales "no son un fin en sí mismo, sino un instrumento más en la política".

Recalca que el objetivo final de las medidas fiscales es que en años venideros cuestiones como la sanidad, la educación, la formación o la dependencia "no se puedan ver afectadas" por una situación como la actual en la que "hay que gastar menos y si se puede ingresar más". "Pero con una línea roja que no voy a traspasar" e incide en que "gran parte" de las medidas planteadas ayer "no" le "agradan".

El presidente extremeño reconoce que "no" le agrada el recorte de sueldos a los funcionarios, pero está convencido de que este colectivo "sabe estar a las alturas" dentro del panorama de "esfuerzo compartido" necesario a su juicio en la actualidad para superar la crisis.

En este mismo sentido, resalta que, más allá de la importancia que según recalcó tiene la bajada de sueldos, "hay que poner en evidencia el valor del trabajo", y en referencia a la reforma laboral nacional que está "a punto" de ser aprobada "por el Gobierno" señala que lo relevante es que con la misma "se puedan tener elementos, no para hacer milagros, sino para que cuando la economía se recupere poder llevar a cabo cosas (en la materia)".

El presidente del Grupo Popular defiende la necesidad de "hablar, buscar soluciones" en Extremadura, pero "sin tomar el pelo a los extremeños" como a su juicio hizo Vara al aludir a los ajustes de Alemania y otros países de Europa que "tienen una situación mejor que España".