La importancia que tiene para Portugal la construcción de una infraestructura para el transporte y las comunicaciones, como un nuevo aeropuerto internacional, que sustituirá al actual de Portela --imposible de ampliar por haber quedado encerrado prácticamente, debido a la expansión de Lisboa--, explica el tiempo que se han tomado para estudiar la mejor ubicación posible, y seguramente, por motivos económicos y de estrategia logística, sacarlo de la capital lusa. La opción de Ota, más al norte y con un una estacional intermodal para el AVE, ha quedado descartada en beneficio de la opción de Canha, en el municipio de Alcochete. El ahorro de 260 millones de euros y las conexiones con España a través de Extremadura por la E-90 y la futura que irá más al norte, además de la conexión por tren de alta velocidad que cruzará la frontera extremeña, parecen haber tenido un peso definitivo. Con lo que supone de apoyo a las comunicaciones en el sur del país, más necesitado de desarrollo que el norte.