«Igual que en Educación Física les enseñan a usar los músculos y a refozarlos, nosotros hacemos lo mismo con el pensamiento», sintetiza Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía en el IES Santa Eulalia de Mérida. Ejerce desde hace 20 años. «Si tenemos un debate, no vale decir que están a favor o en contra del aborto, tienen que dar los motivos para que los demás entendamos su postura», manifesta para explicar cómo son algunas de sus clases.

«En Filosofía -prosigue- se aprende a dialogar correctamente, con lógica, a desarrollar la habilidad de pensar con argumentos y no de forma dogmática». Herramientas que sirven, asegura, para saber manejar la información que les llega y enfrentarse así a las propagana política, a la comercial o a las noticias falsas que corren como la pólvora por las redes sociales.

Las ideas machistas que aparecen en las canciones que escuchan sus alumnos o la gestación subrogada son otros temas que trata en el aula: «No exponemos una postura como si fuera la correcta, las exponemos todas, porque lo importante es tomar conciencia de por qué se tiene esa idea».

Ha visto a adolescentes cambiar en lo más profundo, plantearse sus creencias e incluso enfrentarse a su familia. «Crecer duele, pero vale la pena, no hay crecimiento sin crisis».

Este profesor asegura que «es una materia que aporta la reflexión, tan necesaria». «Aunque para muchos reflexionar es perder el tiempo, porque si estás reflexionando, ni consumes ni produces...».