«Para ser sincera, antes me planteaba no ir a votar porque tampoco tenía claro a quien, ninguna de las ideas de los partidos me acababan de convencer, pero ahora mismo la gente de mi edad sentimos que no debemos quedarnos en casa, sobre todo en las elecciones generales. Vivo en Andalucía y he visto qué supone que la gente no ejerza su derecho, me sentiría culpable si no lo hago y después el resultado es un desastre», así lo expresa la emeritense Lucía Llanos Bazo, que tiene 18 años y estudia en Sevilla Periodismo y Comunicación Audiovisual. Añade: «Yo no sé mucho de política, pero creo que votar puede ser la forma de solucionar cómo está el país». Asegura que con sus compañeros de facultad y con sus amigos apenas hay debate porque la mayoría comparten la misma ideología.

En cuanto a qué va a condicionar su decisión, expresa: «Para mí lo más importante es que no se den pasos atrás en los derechos de las mujeres, porque sería retroceder, ni en los derechos de las personas inmigrantes».