José Luis Rodríguez Zapatero atribuyó a la nueva dirección del PSOE que él encabeza el éxito "incuestionable" de haber ganado "a la primera" una cita con las urnas, tras seis derrotas electorales consecutivas. En un voluntarioso análisis de los resultados, el líder socialista sostuvo que "se mire por donde se mire hemos ganado en votos, en concejales y presidencias de Diputaciones". A su juicio, el PSOE se ha consolidado como alternativa y, en consecuencia, sale con buen pie para afrontar las elecciones generales de marzo del 2004 y también las catalanas de otoño.

A José María Aznar, Zapatero le adjudicó un suspenso en la reválida o plebiscito que se planteó en estos comicios. Interpretó el veredicto de las urnas en clave de la fortaleza de que disfrutan los dos partidos mayoritarios. Su conclusión fue que "hoy el PSOE es más fuerte y el PP menos fuerte", y que se ha conseguido un "equilibrio de poder" importante.

PESIMISMO

En un análisis reposado ante los medios de comunicación, Zapatero destacó ayer que las urnas del domingo habían invertido la tendencia a la baja que el PSOE registró ininterrumpidamente desde su victoria en las elecciones generales de 1993.

"Hemos roto un ciclo negativo a la primera y en la segunda creo que podremos conseguir más", aseguró en referencia a la consulta de marzo del 2004. El optimismo público de Zapatero no coincide con los análisis más realistas que efectúa en privado, según fuentes del partido socialista.

Según esas informaciones, Zapatero lamentó que las expectativas electorales de su partido se hubieran hinchado en exceso, lo que pudo haber provocado no sólo la desmovilización de algún sector sino los mensajes victoriosos en exceso que la dirección socialista transmitió.

Ante los periodistas, el líder socialista evitó analizar el pálido reflejo habido entre las movilizaciones ciudadanas en contra de la guerra de Irak o de las consecuencias del Prestige y el recuento de sufragios, con el argumento de que una cosa son las movilizaciones y otra las elecciones.

Aunque la decisión de Aznar de copatrocinar con EEUU y Gran Bretaña una guerra ilegal fue denunciada durante la campaña, ayer Zapatero optó por quitar hierro al asunto. Al ser preguntado si la guerra de Irak había influido en los resultados, apuntó que como la madurez democrática en este país es muy alta, los electores conocían que ésa es una cuestión del Ejecutivo cuya continuidad no ha sido sometida a escrutinio.

SOSPECHAS

En relación al recuento de infarto de las papeletas para elegir al Gobierno autonómico de Madrid, Zapatero denunció que se habían producido "movimientos de cierto alcance en una circunscripción tan relevante ésta".

En medios socialistas se malicia que el Ministerio del Interior retuvo hasta bien entrada la madrugada del lunes los datos de determinadas mesas de la Comunidad de Madrid para evitar que la noche electoral se cerrase con la idea de que el Gobierno madrileño pasaba a manos del PSOE, como así va a ser. El Grupo Socialista prepara una iniciativa parlamentaria para evitar que se repitan dichos retrasos.