Según la historia, que no se puede obviar ni anular, en las década de los treinta y media década de los cuarenta, un lugarteniente de Hitler, llamado Himmler, tenía paranoia de que no era prototipo de la raza aria, es decir, alto y rubio, y de ahí le venía una envidia más que brutal y se tuvo que aguantar. Aquí en España tenemos, no a un Himmler, que eso es imposible, pero a alguien al que le trae a mal traer el no tener estudios, ser cegato y ser un alto cargo gubernamental, al que la envidia le corroe por tener las dos primeras cosas, sobre todo los estudios, y por eso, cuando habla en mítines o en cualquier otro sitio, los improperios y la paranoia envidiosa afloran por sus cuatro costados, y le hace berrear en grado cimero. Por cierto, Himmler se suicidó. Ahora bien, es curioso, además, que los que sueltan barbaridades de insultos hacia sus oponentes políticos del Partido Popular, siempre son altos cargos del partido socialista. No hay vez que estén ante un micrófono para dar suelta a su voraz envidia y larguen los latifundios que les deja descansados. El tristemente alcalde de Getafe -Crespo creo que se llama-, soltó esta perla: "¿Por qué hay todavía tantos tontos de los cojones que votan al PP?" A mí, con esta frase, me agravió este, para mí, incalificable ser, y como tal, creo que el único tonto de los caireles es él. Es curioso, además, que frases y palabrotas solo las dicen los altos cargos del PSOE, porque cuando están en él saben que tienen licencia para asar a cualquier persona sabedores de que no les va a pasar nada, pero a mí nadie me quita llamar a este pedazo de atún como un espeluznante inculto, puesto que me ha insultado primero, ya que una persona culta no suelta esas blasfemias que él echa por esa boca llena de serpientes venenosas. Y de este grupo hay varios que no saben hablar sin insultar: las Pajines, los Blancos, los Alonsos, las de la Vegas, los Chaves, los Rubalcabas, las Salgados, los Bermejos, y tantos y tantos otros que anidan ahí, en ese partido. Menos mal que, tal como van las encuestas y los sondeos a nivel de calle entre nosotros los ciudadanos, los votantes que van a dar su voto a este partido, serán poco más de una tribu. Y se han ganado la dispersión de antiguos votantes. No es para menos.