Realmente me ha estremecido mucho ver por internet a un niño pequeño con autismo romper a llorar en el concierto de Coldplay, al escuchar su canción favorita; ya que sorprendentemente, la criatura nunca había reaccionado así ante un estímulo exterior.

Esta es una pequeña demostración del efecto que la música puede llegar a producir sobre las emociones y la conducta humana. Observando estos impresionantes efectos, hay una terapia médica llamada “musicoterapia”, que sirve para tratar enfermedades como la depresión, el síndrome de Down.

Al igual que en la música, en la danza existe una terapia llamada “danzaterapia”, que consiste en la estimulación de los sentidos y las emociones; permitiendo expresar nuestros sentimientos hacia el exterior, expulsando las emociones malas y conservando las buenas, favoreciendo así la salud.

Realmente son dignas de extasiar algunas iniciativas como la escuela de baile DNG de Alcorcón, que ayudan a personas como yo, a superar sus problemas mediante la danza; y también jóvenes bandas de música, como la banda de metal Somas Cure, que hacen que todo sea posible sin pedir nada a cambio.

Por ello, a todas las personas que piensan que estas actividades son inservibles; me gustaría decirlas que están equivocadas, ya que gracias a gente como ellos, muchas personas pueden superar muchos problemas. Yo debo decirles, que logré superar el bullying gracias a estas personas. Por tanto, a todas esas personas que hacen que todo sea posible ayudando a las personas me gustaría decirlas ¡mil gracias por todo! Tendría que haber más personas como vosotros.