La música, ese alimento que día a día hace sentirme viva, ese arrebato de fidelidad que muchos no comprenden y que a mí me llena las venas y arterias de ilusión, la música...vida, verdad, magia. Cuando tenemos un dolor de cabeza o de garganta o de espalda para curarnos nos tomamos cualquier medicamento recetado por nuestro doctor...pero ¿qué tomamos cuando nos duele el alma? ¿qué medicamento sería el más adecuado cuando la soledad nos ahoga y el miedo nos paraliza?

Yo puedo decir, puedo gritar, esta vez sin miedo a la incomprensión que la música me ha salvado. Sí, me ha salvado de la presión de mis neuronas batidas de tristeza, me ha abrazado mi deseo de borrar cicatrices y heridas de antaño, me ha hecho sentirme viva cuando la realidad quería hacerme esclava en sus redes feroces de inevitable agonía.

Y es que la música habla de las pisadas de mi corazón en los charcos de la vida. Es el poder de la música,sin más, sin importar nombres o estilos, pero yo no puedo quedarme sin nombrar a quien con sus letras y melodías me ha prevenido de los ataques de esta vida, el cantautor David Demaría. Enseñanzas, valores,principios,sentimiento y fuerza...todo eso y mucho más es su música.

Lleno de almíbar la despensa de mi melancolía en el momento que aprendí que no había que tener ningún miedo a perder, se evaporaron mis dudas acerca del mundanal ruido de la hipocresía porque como él decía "De mis dudas soy el dueño, al menos me queda eso", a la fuerza tuve que admitirme a mí misma que es complicada la amistad y que nadie estamos a salvo de las traiciones "Utilizas la amistad según los vientos que puedan soplar...", entendí que el perdón debe estar en nosotros mismos y más cuando se trata del sentimiento del amor "Líbrame de culpas y culpables, líbrame de amar a quien no sabe perdonar"...y siempre dejó su alma en cada letra "pa" cuando necesitará que estuviera.

Quizás os parezca exagerado, pero probadlo, un día de esos de tormenta en los sentidos, que te sientes desnudo de vida, con tristezas hasta en los nudos de tu sudor, escucha música, escúchalo, a mí me ha salvado de muchos momentos en que no veía salida y tenía necesidad de compartir mis heridas....y era su música la única que jamás fallaba.

Es mi pequeña recomendación, tal vez inútil, o no, pero cuando estéis a punto de perderos por el mar del dolor, pulsad el play y os aseguro que ya no respiraréis nunca más el perfume de la soledad. Mencionar como última frase que el 13 de julio este gran cantautor, el que viene a mi rescate con su voz y me despierta para hacerme volver a creer en la vida, estrena su nuevo tema "Cuando el río suena" de su disco que saldrá a la venta en septiembre.

La música, que envasa el mal de amores y lo traslada a miles de kilómetros,que escabulle la falta de oportunidades laborales haciéndote respirar esperanza..el arroyo de mis mediodías y la calma de mis atardeceres. ¿Y tú, aún crees que la música es solamente una melodía? "Cuando el río suena".... sonarán las energías que en estos días de calor asfixiante me faltan y temblará el tiempo, y el mundo tendrá un color incurable de sentimiento y magia.