El sábado 9 de abril la Santa Sede hizo público, que el papa Francisco ha nombrado a monseñor Amadeo Rodríguez Magro obispo de la diócesis de Jaén. Monseñor Amadeo nació en San Jorge de Alor (Badajoz) el 12 de marzo de 1946. Estudió en el seminario diocesano de Badajoz y logró la licenciatura en Ciencias de la Educación. Sección Catequesis en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma. Recibió la ordenación sacerdotal el 14 de junio de 1970. Su ministerio lo ejerce en la diócesis de Mérida-Badajoz.

El 3 de julio de 2003 Juan Pablo II le nombra obispo de Plasencia. En la CEE es el vicepresidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. También formo parte de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias de 2005 a 2011.

La toma de posesión en principio está fijada para el próximo 28 de mayo. El nuevo obispo nos dice: • “Aunque siento dejar la Diócesis de Plasencia, en la que he sido tan feliz, me vais a permitir que os diga que conservo muy fresca mi capacidad para ilusionarme y para mirar con profundo cariño hacia los que, a partir de hoy, vais a ser mis diocesanos”. Y continúa: • “De momento os puedo decir que me gustan vuestras ciudades y vuestros pueblos, vuestros monumentos e instituciones, vuestras devociones y tradiciones. Me parece muy bello el paisaje de Jaén y me siento especialmente a gusto entre olivos. Os puedo asegurar que no me es nada difícil querer el lugar al que soy enviado. Y os pido que me acojáis con cariño y que recéis mucho por mí”. Buscará la sintonía de la oración, pues ella será la que más verdad y hondura le ponga a la unidad que tiene que haber entre el obispo y el pueblo con el que camina. Quiere ser un interlocutor cercano, con atención a todos, pero preferentemente: • “Si alguien me ha de acaparar, han de ser: los más sencillos y necesitados”. Y don Ramón del Hoyo nos dice: • “Miremos en él a un sucesor del Colegio de los Apóstoles, que viene a estas tierras, generosas y recias, a entregar su vida, sin reserva de ninguna clase. Su experiencia de Pastor y su talento pronto lo conocerán pero pueden ya alegrarse por ello. Su perfil es de un hombre de Dios, sencillo, piadoso y muy cordial. Su especialidad es la catequesis y su espíritu es misionero y andariego”.