En España, lo que más preocupa es que no falten: el fútbol, las cervezas, el vino y los cubatas. Si no hay gobierno, ni ingenieros, ni decencia política, ni puestos de trabajo, ni voluntad de enmienda… nos la trae floja.

La pelota está en el tejado y la casa se ha hundido; por lo tanto, habrá que buscarla (el próximo mes de junio) entre los escombros de un país ruinoso y repleto de trampas mina, que de vez en cuando hacen ¡Boom! mutilando algún que otro colectivo o sector propenso a la desgracia.

¡Ah! ¿y qué decir de los ansiosos del dinero, que repletan las cárceles españolas? Pues eso, que estarán elucubrando, cómo seguir importando lo robado; porque su ‘trabajo’ les costó dilapidarlo cuando mandaban. Pobrecitos.