La Organización Internacional del Trabajo (OIT), el sindicato UGT y las ONG Intervida y Save The Children han denunciado las condiciones peligrosas para la salud y el desarrollo de los 250 millones de niños de entre 5 y 17 años que trabajan en el mundo.

Estas llamadas para mejorar una situación que priva a los menores de educación y una infancia en numerosos países se producen con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que se conmemoró la pasada semana.

La mayoría de estos niños trabajan en Africa, América Latina y Asia, en la agricultura, la pesca y en fábricas, a cambio de salarios míseros o sin retribución, de los cuales 180 millones lo hacen en las peores formas de trabajo infantil, como la esclavitud, la prostitución y la minería.

Estas organizaciones y ONG coinciden en la necesidad de mejorar la situación económica de las familias, generando fuentes de ingresos alternativos para que los niños puedan ir al colegio. Una situación en cuya corrección se deben implicar los países más desarrollados, según indican varias organizaciones.