¿Cual es la clave del éxito?

--Siempre hablo de la conjunción de planetas y de una atrevida ilusión por parte de A Vallekas. No hemos hecho la política de un economista.

Pero habeis tenido vuestra recompensa...

--Sí, este es el festival que ha crecido a mayor velocidad en la historia de los festivales. Lo más importante es que la gente ha respondido y viene de toda España. Y en ese éxito cuenta mucho la ciudad de Cáceres, su patrimonio, la hospitalidad de la gente...

¿La variedad de estilos es una de las claves?

--La gente no suele mezclar porque al intentar gustar a todo el mundo, al final no le gusta al cien por cien a nadie. Pero nosotros creemos en la universalidad de la música y del rock. La juventud es muchísimo más abierta en todos los sentidos, y en la música también. Generalmente los festivales eran más monocolor, y a partir del nuestro, con lo nuevo que somos, otros también se están abriendo.

¿Cómo se elabora un cartel de estas dimensiones?

--Es terminar un Extremúsika y empezar otro. El primer grupo que intentamos fue Dover, pero no vienen. Aunque generalmente acaban viniendo casi todos a los que llamamos. Casi es más difícil encajar el horario que programar los grupos.

¿Se alegró mucho cuando supo que Viñarock emigraba a Benicássim?

--Creo que a nosotros no nos afecta mucho. Yo soy de la cultura de los festivales, aunque es cierto que cuando me enteré dije ´El este se aleja del oeste´. Ahora estamos más lejos, pero no tiene nada que ver. Hubo un momento en el que nos quisieron asustar, poniéndonos una semana antes en Plasencia un Viñarock espress, como para tocarnos las narices. No nos asustamos, hicieron el ridículo con 500 personas por día... Y al final resulta que nuestro festival es todavía más grande. España es muy grande y tiene muchos habitantes y cada cual tiene su espacio. La verdad es que la gente del festival de Villarrobledo (en Albacete se celebrará del 27 al 29 de abril Viña Rockbledo en sustitución al Viñarock), del Derrame y otros festivales nos llevamos bastante bien y ellos son los que se han aislado, como peleándose con todo el mundo. La música no es para discutir, no deja de ser un negocio, pero que tu máxima meta sea el negocio... nos negamos a eso.