España será uno de los países más vulnerables al cambio climático, y según las previsiones más pesimistas, en el último tercio del siglo la temperatura media podría subir hasta siete grados en verano y el nivel del mar un metro, lo que haría desaparecer playas e inundar zonas construidas.

Además del aumento de las temperaturas, el cambio climático provocará en España una disminución de las precipitaciones y de la disponibilidad de agua, una reducción de la productividad de las aguas pesqueras, desajustes entre animales predadores y sus presas, pérdida de biodiversidad, aumento de catástrofes naturales e importantes afecciones sobre la salud humana.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio sobre los impactos en España del cambio climático, elaborado por la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Macha y en el que han colaborado 400 investigadores.

La evaluación fue presentada la pasada semana en Madrid, en vísperas de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático, por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona y el catedrático de Ecología de la Universidad de Casitilla La Mancha, José Manuel Moreno, coordinador de este informe.

El estudio plantea dos escenarios posibles: uno basado en que las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero sean en 2100 un 120% superiores a las actuales; y otro basado en que esas emisiones aumenten a un ritmo menor y al final del siglo sean "sólo" el doble que en la actualidad.

En el interior peninsular, las temperaturas aumentarán entre 5 y 7 grados en verano y entre 3 y 4 en invierno, según el escenario más pesimista, y un grado menos intenso según el otro escenario.

En la periferia de la península y en Baleares, el calentamiento será 2 grados menor que en el interior, y en Canarias 3 grados menor en verano y 2 grados menor en invierno.

Aumentarán además muy significativamente (excepto en Baleares y Canarias) los días con temperaturas máximas extremas, y disminuirán los días que registren mínimas extremas.