La moda de los reproductores MP3 ha traído asociada un auge de los accesorios. Cintas, soportes, altavoces y sobre todo auriculares completan la oferta de esta forma de escuchar música en movimiento. Y si además los reproductores priman el diseño a la hora de seducir al usuario, los complementos les van a la zaga, y los auriculares son cada vez más atractivos. También reducen el tamaño, sobre todo los que están pensados para reproductores portátiles, con una sola salida de audio. "Hay quien los compra porque se le ha roto el que venía de serie o simplemente, porque son muy melómanos y prefieren otro de más calidad", explica Carmen Vilaseca, de Altec Lansig. "Y a la hora de la compra, no les influye tanto el diseño como que no pese y les aisle bien", señala. Para ello, existen sobre todo dos tipos de modelos: los de diadema y almohadilla, algo más grandes pero que cubren el pabellón auditivo, y los de botón, que son los que entran directamente en la oreja. El soporte puede ser tanto la propia cavidad auditiva, en el caso de los de botón, como el cráneo o la parte posterior de la oreja en algunos diseños más vanguardistas. Esa voluntad de aislamiento sigue la tendencia contraria a las indicaciones de los médicos. Lo ideal, propone Maria Ant²nia Clavería, otorrinolaringóloga del Hospital de Sant Joan de Déu, de Esplugues, y responsable del área de sordera, sería evitar los auriculares que cierran la oreja e impiden que le llegue el sonido exterior . Y, por encima de todo, lo recomendable sería que el sonido nunca rebase los 85 decibelios y las dos o tres horas de audición continua.

"Antes, con los discos, el descanso auditivo estaba garantizado --explica Clavería--. Ahora, los chicos pueden escuchar música sin pausas durante un tiempo indefinido". "Cuanto más se acerca la emisión al punto en que se encuentran los músculos de la ventana oval, que son los mecanismos amortiguadores del oído, peor es la consecuencia". La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de los crecientes problemas de audición que causan los nuevos sistemas personales para escuchar música. En España, los hospitales reciben consultas en busca de información sobre el riesgo que implican esos aparatos. Los otorrinos aseguran que los nuevos reproductores MP3 está reduciendo la capacidad auditiva de los jóvenes.