Nadie mejor que un editor para analizar la situación en la que se encuentra el universo de la palabra escrita, prensa y libros. André Schiffrin emprendió esta tarea con La edición sin editores , y ahora la recupera con El control de la palabra (publicado por Anagrama en castellano y Pag¨s Editors en catalán) que provocará, sin duda, una nueva polémica. Schiffrin viene a demostrar con su nueva obra que no hay nada más lejos de la realidad y expone la situación francesa como ejemplo: "Dos tercios de las editoriales se encuentran en manos de grandes corporaciones que lo mismo venden cosméticos como fabrican armas. Y el Estado lo consiente sin la mínima oposición".