Como un señor, así se siente uno circulando sobre un Honda S-Wing 125. Cómodo, con todos los mandos a mano, con una visibilidad excelente, con una suavidad en marcha envidiable, con una buena capacidad de carga y ante un cuadro de instrumentos más propio de un coche que de un escúter. Tampoco se debe obviar que tanta excelencia se paga. Concretamente, cuesta 3.699 euros.